Esta semana un hombre alquiló una furgoneta y condujo posteriormente el vehículo hasta una de las calles más concurridas de la ciudad de Toronto, la calle Yonge. Su vehículo se subió a la acera y circuló alrededor de un kilómetro y medio, dejando un rastro de personas ensangrentadas y cadáveres de diez personas a su paso.
Si bien los detalles específicos y las circunstancias del incidente son exclusivos de Toronto, los trazos generales del ataque son familiares para las ciudades de todo el mundo.
Desde 2017, los conductores han atacado fatalmente grandes grupos de peatones en ciudades como Londres, Estocolmo, Barcelona y Nueva York, y estos ataques han provocado debates que pueden llegar a definir cómo los gobiernos locales garantizan la seguridad de sus ciudadanos en los espacios públicos.
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Un trabajador de Reliance Foundry en Surrey, Columbia Británica, pone los toques finales en un bolardo diseñado para proteger a los peatones. (Chris Corday / CBC)
Políticos y planificadores urbanos mano a mano
En todo el mundo, el número de ataques deliberados con vehículos ha ido en aumento. Desde 2006, más de 200 personas han muerto.
Otras 1,000 han sido heridas.
No sorprende entonces que se busquen soluciones al problema y se discuta sobre cómo hacer que las ciudades canadienses sean más seguras para los peatones.
Y al igual que sus contrapartes en Europa y Estados Unidos, los planificadores urbanos canadienses y los políticos están considerando sus opciones.
El caso de nueva York
En Times Square, en Nueva York, Claire Weisz, arquitecta y diseñadora urbana, le mostró al radiodifusor público CBC los cambios realizados para proteger a los peatones, como bolardos y losas de granito.
«Hoy ves un Times Square que pasó por una replanificación completa».
Bolardos erigidos en aceras y plazas protegen a los peatones en Times Square, Nueva York. (Mike Segar / Reuters)
Ella mostró un poste de metal que hizo su trabajo según lo diseñado.
«Cuando un automóvil llegó aquí en un acto deliberado, ese automóvil fue empalado allí entre dos de estos bolardos. El bolardo no se movió y el automóvil no avanzó más».
Un bolardo es un poste de pequeña altura, fabricado en piedra o en metal, ya sea aluminio fundido, acero inoxidable o hierro, que se ancla al suelo para impedir el paso o el aparcamiento a los vehículos.
Weisz dice que proteger a las personas es importante, pero también lo es preservar la libertad de movimiento.
“Tienes que tener diseñadores, artistas, miembros de la comunidad, expertos en seguridad, todos juntos en la sala. Esto simplemente no puede ser una solución de ingeniería”.
Bolardos y plantadores de flores separan a los ciclistas del tráfico en la calle Simcoe en Toronto. (Presentado por Jennifer Keesmaat)
El caso del Reino Unido
En ese país los expertos dicen que con un planeamiento cuidadoso, las ciudades pueden ser «reforzadas» con el uso creativo de barreras especiales capaces de soportar impactos directos e impedir que un camión, por ejemplo, alcance su objetivo.
En el Reino Unido, por ejemplo, muchas de las barreras que se ven en la calle han sido probadas para ver si pueden soportar el impacto frontal de un camión de siete toneladas conducido a 80 kilómetros por hora. Lo más probable es que el camión quede hecho pedazo.
Los británicos que hacían cola para Wimbledon tenían barreras de hormigón de bajo nivel y puertas de entrada única para mayor seguridad en 2017. (Leon Neal / Getty Images)
El avance para la seguridad de peatones en Columbia Británica
Brad Done observa con atención cómo un maquinista hacía un agujero en un tubo de metal amarillo brillante de aproximadamente un metro de largo y 10 centímetros de diámetro en su negocio, Reliance Foundry, en Surrey, Columbia Británica.
El bolardo es diseñado para ser colocado en el suelo para mantener los vehículos alejados de personas y edificios.
La demanda de este producto es tan fuerte que se ha convertido en el foco principal de su negocio, que una vez forjó metal en herramientas y otros productos para las industrias en la provincia de Columbia Británica.
«El negocio de bolardos para nosotros está prosperando, ahora es nuestro producto de ventas número 1».
Brad Done, de Reliance Foundry en Surrey, B.C. Él dice que los bolardos decorativos son una gran parte de su negocio en un mundo consciente de la seguridad. (Chris Corday / CBC)
Algunos bolardos son solo tubos de metal feos llenos de concreto, dijo Done.
Cada vez más, sin embargo, los diseñadores buscan barreras decorativas hechas de hierro fundido o acero inoxidable. Algunas tienen utilidad doble como portabicicletas.
Es a este mercado al que Reliance apunta. Los bolardos con cubiertas decorativas de metal ayudan a disimular las fuertes barreras metálicas y de concreto debajo.
«Enviamos productos a todos los estados de EE. UU de todas las provincias y territorios de Canadá», dijo durante un recorrido por su almacén.
«Tenemos productos frente a la Reserva Federal, la sede de Apple, el Cirque du Soleil, las principales cadenas hoteleras, los principales restaurantes, casi en todos los lugares».
Andy Yan, director del programa Cities de la Universidad Simon Fraser, dice que Vancouver y otras ciudades están trabajando para encontrar maneras de separar vehículos y personas por todo tipo de razones. (Chris Corday / CBC)
Andy Yan es director del programa de la municipalidad en la Universidad Simon Fraser.
En una concurrida calle de Vancouver, señala que aunque los ataques deliberados van en aumento, también sucede lo mismo con los accidentes.
Él dice que los diseñadores urbanos tienen que ser creativos para evitar interacciones peligrosas entre peatones, ciclistas y automovilistas.
«El arte público también puede referirse a la seguridad de los peatones, y algo que es silencioso, a diferencia de algo que es explícito y que creo que transmite temor en lugar de un elemento de seguridad».
En el año 2017, se instalaron bloques de hormigón grises alrededor de Melbourne, lo que motivó a artistas y diseñadores a animarlos. (Michael Dodge / Getty Images)
Yan dice que los instaladores de concreto, de bancos y los paisajistas son parte de la solución.
RCI/CBC/ Greg Rasmussen
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