En esta foto de archivo de mayo de 2017, la canciller alemana Angela Merkel, acompañada por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el primer ministro Justin Trudeau, habla con el presidente Donald Trump durante una foto familiar con los líderes del G7 en Taormina, Italia. La decisión de Trump de retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear de Irán y de imponer sanciones económicas a Irán provocó una profunda disputa con sus colegas del G7, Francia, Alemania y el Reino Unido (The Associated Press).

El G7 en Canadá,  un potencial para el caos gracias a Trump

La decisión de Trump de retirarse del acuerdo con Irán, a pesar de la fuerte presión de sus aliados, aviva las preocupaciones sobre lo que el presidente cree que puede obtener de una reunión con Kim y lo que podría esperar de sus socios del G7.

-Chris Hall, CBC

La agenda cuidadosamente planeada del primer ministro Justin Trudeau para la cumbre del G7 del próximo mes ya ha recibido un golpe de parte de Donald Trump. Y parece que el presidente de EE. UU está por dar otro, dice Chris Hall, conductor del programa The House del radiodifusor público CBC.

Hall se refiere principalmente a la decisión de Trump de retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear de Irán y de imponer sanciones económicas a ese país lo que provocó una profunda disputa con sus colegas del G7, Francia, Alemania y el Reino Unido.

Canadá manifestó también su desacuerdo por la decisión de Trump,  estableciendo las pautas para una discusión difícil sobre la seguridad global cuando los líderes del G7 se reúnan en Charlevoix, Quebec, del 8 al 9 de junio.

El presidente Donald Trump habla durante una reunión con el Secretario General de la OTAN Jens Stoltenberg en la Oficina Oval de la Casa Blanca, el jueves 17 de mayo de 2018 en Washington. (Evan Vucci / The Associated Press)

Ahora los funcionarios canadienses se preparan para una discusión igualmente difícil en la cumbre sobre la reunión planeada de Trump con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, que puede o no llevarse a cabo según lo programado para el 12 de junio.

Nadie sabe, por supuesto, lo que Trump planea decir sobre Corea del Norte en Charlevoix. Pero la tendencia de Trump de tomar decisiones imprevistas e ignorar a los miembros de su propia administración, causa nerviosismo a su alrededor.

«Es difícil ver cómo los líderes del G7 podrían unirse alrededor de una declaración sobre Corea del Norte ahora», dijo el ex diplomático canadiense James Trottier, quien dirigió varias delegaciones diplomáticas a Corea del Norte mientras estaba en la embajada en Seúl de 2013 a 2016.

«La reunión de Corea ha tomado una importancia excesiva para Trump, con los republicanos en los Estados Unidos jugando un posible premio Nobel de la paz».

Trump el provocador, un cóctel explosivo

La visión de Trump de sí mismo como un negociador consumado no necesita ninguna explicación. Pero su disposición a jugar el papel de  provocador es un factor muy importante para evaluar el desafío que plantea a sus socios del G7.

Ese patrón de comportamiento comenzó con sus primeros días en el cargo, cuando sacó a los Estados Unidos de las negociaciones sobre el pacto comercial Trans-Pacific Partnership y poco después también del acuerdo de cambio climático de París.

Ha prometido construir un muro fronterizo, terminar con el TLCAN y aplicar aranceles sobre el acero y el aluminio de Europa y Canadá. Exigió que los aliados de la OTAN gasten más en defensa.

Se negó a unirse a los otros líderes del G7 el año pasado en su cumbre en Italia al no firmar el comunicado final que reafirmó su compromiso de combatir el cambio climático.

Pero es la decisión de Trump a principios de este mes de retirarse del acuerdo con Irán, a pesar de la fuerte presión de sus aliados, lo que aviva las preocupaciones sobre lo que el presidente cree que puede obtener de una reunión con Kim y lo que podría esperar de sus socios del G7.

«Aquí hay conexiones», dijo el ex diplomático Colin Robertson, actual vicepresidente del Instituto Canadiense de Defensa y Asuntos Exteriores.

«Los europeos no están contentos con la decisión de EE. UU sobre Irán y esto tendrá impacto con Corea del Norte. Hay una gran cantidad de cuestiones relacionadas con la seguridad y Corea del Norte es solo una de otras en las que hay una divergencia de puntos de vista».

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se reunirán en Singapur el 12 de junio. (KCNA)

La agenda de Canadá en el G7

Las autoridades canadienses están minimizando el potencial de discordia. Señalan que hay un amplio apoyo entre los siete líderes para las prioridades declaradas por Trudeau: crecimiento económico que funcione para todos, avance de la igualdad de género, preparación de los jóvenes para los empleos del futuro y trabajar juntos en el cambio climático y los océanos.

El organizador principal de Canadá para el G7, Peter Boehm, dijo en una conferencia en Ottawa a principios de este mes que no hay necesidad de consenso en todos los temas.

«Si los líderes llegaran a un acuerdo sobre todo, no tendría sentido celebrar estas reuniones».

Pero muchos ven la decisión de Trump de retirarse del acuerdo con Irán como otra señal de su indiferencia hacia los aliados de Estados Unidos, y hacia los esfuerzos multilaterales para promover la estabilidad en Medio Oriente y la península de Corea.

«Donald Trump no tiene una gran estrategia o un plan integral para su reunión con Kim», dijo Joe Cirincione, presidente de Plowshares Fund, un grupo de expertos en seguridad global con sede en Washington.

¿Qué quiere Trump?

Cirincione dijo que eso hace que sea casi imposible para el G7 anticipar lo que Trump querrá, y mucho menos llegar a algún tipo de consenso.

¿Exigirá que los miembros del G7 muestren su apoyo para levantar las sanciones económicas si la reunión con Kim produce un resultado que él solo piensa que es factible?

¿Señalaría su intención de retirar a los casi 23,000 soldados estadounidenses que ahora se encuentran en la península de Corea como parte de un acuerdo con Kim, una propuesta que seguramente alarmaría a su vecino Japón?

¿O adoptará la línea dura de su nuevo asesor de seguridad nacional, John Bolton, quien sugirió el pasado fin de semana que Estados Unidos use el mismo enfoque para Corea del Norte que empleó con Muammar Gaddafi de Libia, quien murió en las protestas de la Primavera Árabe después de una Intervención militar de la OTAN?

Trump se distanció de esas declaraciones el jueves, diciendo que los preparativos para su reunión con Kim van por buen camino.

Mientras tanto, los preparativos de Canadá para el G7 continúan sobre los temas declarados por el primer ministro.

«Pobres canadienses», dijo un diplomático extranjero que pidió no ser identificado. «Dadas las circunstancias, se mantienen tan relajados, tranquilos y constructivos».

Esta será la sexta cumbre organizada por Canadá, y la primera en Quebec desde 1981.
Las cumbres canadienses anteriores se llevaron a cabo en Muskoka, Ontario (2010), Kananaskis, Alberta (2002), Halifax, Nueva Escocia (1995), Toronto, Ontario (1988) y Ottawa-Montebello, Ontario y Quebec (1981).

Categorías: Internacional, Política
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