«Permítanme ser muy clara, ante todo con los canadienses, de que el gobierno de Canadá, el primer ministro y yo personalmente siempre estaremos absolutamente determinados en nuestra defensa del interés nacional canadiense, todo el tiempo, y muy particularmente durante estas negociaciones del TLCAN”.
-Chrystia Freeland, ministra de Relaciones Exteriores
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó esta semana a México y los esfuerzos de Canadá por renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y dijo que ambos vecinos han sido «muy difíciles».
«El TLCAN es muy difícil. México ha sido muy difícil de tratar. Canadá ha sido muy difícil de tratar … pero les diré que al final ganamos», dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca. «Vamos a ganar, y vamos a ganar a lo grande”.
«Nos llevaremos bien con México, nos llevaremos bien con Canadá. Pero les diré que han sido muy difíciles de tratar. Están muy estropeados, porque nadie ha hecho esto. Pero les digo que lo que piden no es justo».
La ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, dijo a la prensa en Ottawa el miércoles que se estaba progresando en las discusiones y que continuaría defendiendo los intereses de Canadá en la mesa.
«Permítanme ser muy clara, ante todo con los canadienses, de que el gobierno de Canadá, el primer ministro y yo personalmente siempre estaremos absolutamente determinados en nuestra defensa del interés nacional canadiense, todo el tiempo, y muy particularmente durante estas negociaciones del TLCAN”.
«He descrito la posición de Canadá, creo que con detalles, y las personas pueden juzgar qué adjetivos eligen aplicar a esa situación», dijo Freeland cuando se le preguntó acerca de los comentarios de Trump sobre Canadá.
La ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland. (Alex Panetta / Canadian Press)
La seguridad nacional de Estados Unidos
Más tarde ese mismo día, el Departamento de Comercio de los EE. UU lanzó una investigación de seguridad nacional sobre las importaciones de automóviles para saber si amenazan la salud y la capacidad de la industria de los Estados Unidos de desarrollar nuevas tecnologías.
La investigación podría conducir a nuevas tarifas estadounidenses, similares a las impuestas sobre el acero y el aluminio importados en marzo, y parece dar seguimiento a un comentario que Trump hizo en Twitter el miércoles, cuando prometió «grandes noticias» para el sector automotriz.
La Casa Blanca se negó a hacer comentarios, y la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos remitió las consultas a la Casa Blanca.
La Unión Europea en la mira de Trump
Los fabricantes de automóviles especulan que Trump podría estar refiriéndose al comercio con la Unión Europea.
En una reunión a principios de este mes con los principales fabricantes de automóviles, Trump amenazó con imponer aranceles de 20 o 25 por ciento a los vehículos fabricados en la UE.
El miércoles por la noche, la Casa Blanca emitió un comunicado diciendo que el secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, estaba iniciando una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 para determinar «si las importaciones de automóviles y partes automotrices amenazan con dañar la seguridad nacional de los Estados Unidos.
«Hay evidencia que sugiere que, durante décadas, las importaciones desde el exterior han erosionado nuestra industria automotriz nacional», dijo el Secretario Ross en un comunicado.
La investigación analizará el impacto de las importaciones no solo de automóviles y repuestos, sino también de SUV y camionetas.
La Sección 232 también se usó para aplicar aranceles a las importaciones de acero y aluminio a principios de este año. El aviso no identificó ningún país o marca de automóvil como un objetivo.
Trump ha criticado en repetidas ocasiones el gran desequilibrio comercial en los automóviles entre los Estados Unidos y la UE. En marzo, amenazó en un tweet de «aplicar un impuesto sobre sus automóviles que entran libremente en los EE. UU.»
Los Estados Unidos imponen un arancel del 2,5 por ciento a los automóviles ensamblados en Europa y un arancel del 25 por ciento a las camionetas y camionetas de fabricación europea. Europa impone un arancel del 10 por ciento a los vehículos fabricados en los Estados Unidos.
El TLCAN y el sector automotriz
El comercio de automóviles ha sido un gran escollo en las conversaciones entre los Estados Unidos, México y Canadá en su intento de actualizar el TLCAN.
Los Estados Unidos y México están en un punto muerto respecto a las demandas de aumentos salariales en el sector automotriz de Estados Unidos y a un aumento del contenido norteamericano en los automóviles. La semana pasada, el principal funcionario comercial de los EE. UU dijo que los tres países «no estaban cerca de un acuerdo».
Thomson Reuters
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