El reporte del investigador general en torno al escándalo del rol del FBI en la investigación sobre los mensajes de correo electrónico de Hillary Clinton, durante la campaña presidencial en Estados Unidos, resultó crítico sobre el papel desempeñado por el ex director de la agencia, James Comey, pero al mismo tiempo se negó a reivindicar al presidente Trump, que despidió al funcionario.
El texto, de una extensión de cerca de 500 páginas, evita respaldar los ataques que Trump dirigió el último año a Comey, a quien acusó de querer dañar su figura.
Según el jefe de la Casa Blanca, Comey buscó afectar la campaña electoral de Partido Republicano, aunque el informe no halló evidencia de que alguna preferencia política haya influenciado sobre Comey o el Departamento de Justicia.
Numerosos sectores están de acuerdo en que Clinton no tomó los recaudos necesarios en el manejo de información oficial. REUTERS/Aaron P. Bernstein.
Trump sostuvo que cualquier otra persona hubiera sido castigada por un comportamiento similar al de la entonces candidata demócrata Hillary Clinton.
El texto señala al ex jefe del FBI como insubordinado, por romper en reiteradas ocasiones el protocolo del Departamento de Justicia, en su manejo de la crisis de los correos electrónicos que sacudió el mundo político estadounidense durante los últimos meses de 2016, en plena campaña electoral.
La divulgación del texto fue aprovechada por el entorno de Trump, para presentar las conclusiones de la investigación como una reivindicación de la postura del mandatario.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, sostuvo que las conclusiones del documento “reafirman las sospechas del presidente sobre la conducta de Comey y la parcialidad por parte de algunos miembros del FBI”.
La Casa Blanca se apresuró a interpretar el informe como una victoria de Trump. REUTERS/Leah Millis.
El escándalo se desató a raíz de la utilización por parte de Clinton de una cuenta privada de correo electrónico, para tratar temas oficiales en su carácter de Secretaria de Estado, cargo que asumió en 2009 bajo la presidencia de Barack Obama.
Los mensajes investigados circularon a través de un servidor instalado en el domicilio de la ex funcionaria en la localidad de Chappaqua, en el estado Nueva York, en lugar de utilizar una cuenta oficial protegida, como lo indica el uso habitual, con el objeto de evitar el riesgo de que información oficial crítica pueda llegar a manos ajenas a la propia administración estadounidense.
Clinton fue sospechada en su momento de no entregar la información completa sobre el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi en 2012, debido a que los responsables de la pesquisa alegaron que les resultaba imposible confirmar si información sobre el asunto había circulado a través del servidor ubicado en la casa de la entonces Secretaria de Estado.
El ambiente durante la campaña electoral se vio más enrarecido debido a la sospechas de injerencia de Rusia, para favorecer al candidato republicano.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.