Más de 200 personas murieron el pasado fin de semana en actos de violencia entre agricultores cristianos y pastores musulmanes, dijo el miércoles el gobernador del estado de Plateau, en el centro de Nigeria.
Este nuevo balance es significativamente más alto que las 86 muertes evocadas hace unos días por la policía.
Simon Bako Lalong, gobernador del estado de Plateau, describió la violencia como muy inquietante y alarmante en una conferencia de prensa conjunta con el presidente nigeriano Muhammadu Buhari.
Por favor, mantengan la calma», dijo el gobernador del estado de Plateau, Simon Bako Lalong, mientras un helicóptero zumbaba sobre su cabeza. «Es muy, muy, desafortunado que un incidente vuelva a suceder así».
Temprano en el día el gobernador anunció un toque de queda. Dijo que el toque de queda afecta a las comunidades de Jos South, Riyom y Barkin Ladi «y que estará está vigente hasta nuevo aviso».
Ataques como este fin de semana en general se atribuyen a antiguas rivalidades entre agricultores y pastores de rebaños seminómadas, en conflicto por el control de la tierra cultivable.
Estas tensiones pueden ser causadas por los ataques del grupo extremista Boko Haram, pero también son las consecuencias del cambio climático, ya que los pastores buscan refugio en el Sur dentro de las tierras de los agricultores.
La violencia tiene su origen en la lucha por el acceso a la tierra entre pastores nómadas y agricultores sedentarios pero se ha ampliado a enfrentamientos entre musulmanes y cristianos.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, llegó al poder en 2015 prometiendo luchar contra la inseguridad, sobre todo la del grupo islamista Boko Haram, que ha dejado cerca de 20 mil muertos desde 2009.
Radio-Canadá/CBC/Reuters/AP
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