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«Vincular la seguridad fronteriza con el crimen y los refugiados es peligroso e irresponsable»

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Contrariamente a la retórica que parece predominar en el discurso político cuando se habla de fronteras, y donde los términos contrabando, crimen organizado, extremismo y migrantes ilegales son corrientes, el plan anunciado por Washington para reforzar la seguridad en la frontera con Canadá buscaría, contrariamente a lo que se dice, facilitar el cruce limítrofe “en regla” de personas y bienes.

Así lo entiende el experto en criminología David Moffette, en diálogo con Radio Canadá Internacional.

El arribo masivo a Canadá de solicitantes de refugio, que la llegada de Donald Trump al poder pareció alimentar, parece haberse calmado. En abril último se contabilizó el cruce de 2500 solicitantes de ese estatus, mientras que en mayo la cifra bajó a 1800 personas y en junio fue de 1200.

La cifra de solicitantes de refugio que llegan por tierra al país está en franca baja. REUTERS/Christinne Muschi.

Si bien los medios suelen resaltar casos como la separación de padres e hijos en la frontera sur estadounidense, el profesor Moffette recuerda que en Canadá, cada año, miles de personas son puestas bajo detención, algunas veces por tiempo ilimitado, por cuestiones migratorias.

Y si bien la agencia de servicios fronterizos había prometido mejorar la situación, un reciente informe interno de la Comisión de Inmigración y Protección de los Refugiados resalta la realidad de personas detenidas por más de 100 días, en cuyos casos se cometieron numerosas irregularidades.

Según el investigador, Canadá también practica la detención de niños, a los que considera como acompañantes de sus padres encarcelados por infringir las normas migratorias.

En ocasiones, el límite entre uno y otro país es casi invisible. REUTERS/Chris Helgren.

Respecto a la decisión del gobierno de Justin Trudeau de crear un ministerio de Seguridad Fronteriza y Reducción del Crimen Organizado, Moffette lo califica como resultado de una decisión populista, con vistas a las próximas elecciones.

Con el anuncio, Ottawa intenta calmar las inquietudes del electorado más conservador, lanzando el mensaje de estar ocupándose del tema de la seguridad en la frontera, pero donde esta aparece asociada al crimen y las solicitudes de refugio, en una agrupación de ideas que el analista señala como extremadamente peligrosa.

David Moffette, profesor adjunto del Departamento de Criminología de la Universidad de Ottawa, desarrolla el tema en diálogo con Luis Laborda.

Categorías: Inmigración y Refugiados, Política
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