La Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland. (Foto: Prensa Canadiense / JOHN WOODS)

¿Canadá tiene derecho a pronunciarse sobre los derechos humanos en Arabia Saudita?

Escuche

Un corto mensaje en la red social Twitter, enviado por la ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, sobre la situación de los derechos humanos en Arabia Saudita fue suficiente como para desencadenar una colérica reacción de parte la realeza que gobierna ese país rico en petróleo pero carente de las garantías básicas en materia de derechos de la persona.

“Canadá está profundamente preocupado por las nuevas detenciones de activistas de la sociedad civil y de los derechos de la mujer en Arabia Saudita, incluyendo Samar Badawi. Instamos a las autoridades saudíes a que los liberen inmediatamente a ellos y a todos los demás activistas pacíficos de los derechos humanos.”, decía el mensaje enviado el viernes 3 de agosto por el Ministerio canadiense de Relaciones Exteriores.

Daniel Turp, es un profesor de derecho en la Universidad de Montreal. Él dice que está satisfecho por la posición tomada por el gobierno canadiense.

Daniel Turp, profesor de Derecho en la Universidad de Montreal. (Foto: Radio-Canada)

“Estoy muy contento de que la ministra de relaciones exteriores de Canadá ha tomado una posición de principio en torno a la situación de los derechos humanos en Arabia Saudita. Fue una medida audaz. Lo que escuchamos de parte de los sauditas es que Canadá no debería interferir en sus asuntos internos. Pero decir esto es totalmente equivocado”, decía el profesor canadiense Daniel Turp en torno a la decisión del gobierno de Canadá de reclamar la liberación de defensores de los derechos humanos en Arabia Saudita.

Para el domingo, Arabia Saudita puso en la mesa de las relaciones internacionales una colérica respuesta, ordenando al embajador de Canadá que abandone el país y congelando todas las nuevas transacciones comerciales y de inversión con Canadá.

«Consideramos al embajador canadiense en el Reino de Arabia Saudita persona non grata y le ordenamos que abandone el país en las próximas 24 horas», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita en un mensaje en la red social Twitter.

En otro mensaje, la monarquía saudita dijo que “a lo largo de su historia, el Reino de Arabia Saudita (RAS) no ha aceptado ni aceptará ninguna forma de injerencia en los asuntos internos del Reino. El RAS considera la posición canadiense como un ataque al RAS y requiere una postura firme para disuadir a quienes intentan socavar la soberanía del RAS”

La disputa diplomática de Arabia Saudita con Canadá es otro ejemplo de las descaradas maniobras de política exterior del príncipe heredero Mohammed bin Salman, según algunos analistas. (Cliff Owen / Prensa Asociada)

Para el profesor canadiense Daniel Turp, Canadá tiene el derecho de pronunciarse sobre las libertades básicas en la rígida monarquía saudita.

“Podemos inmiscuirnos, podemos comentar la situación de los derechos humanos en otros países desde 1948. Desde que el profesor John Peters Humphrey, de la Universidad McGill ayudó a las Naciones Unidas a redactar la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Arabia Saudita se equivoca al decir que las leyes internacionales no permiten a los países criticar a otros, porque las leyes sí lo permiten”, explicaba el profesor de derecho de la Universidad de Montreal, Daniel Turp.

Quienes miden el valor de las relaciones internacionales en dólares y centavos y no en la defensa de valores básicos como los derechos humanos, han lamentado esta ruptura de relaciones con Arabia Saudita ya que Canadá había firmado con la monarquía del Medio Oriente un jugoso contrato de unos 15 mil millones de dólares por la venta de armas.

El canadiense Daniel Turp, profesor de la Universidad de Montreal, llevó a juicio al gobierno de Trudeau en 2016 buscando bloquear las exportaciones de vehículos de combate a Arabia Saudita.

En esta imagen promocional, tomada por las Fuerzas Canadienses y alojada en el sitio web de General Dynamics, se muestran los vehículos de General Dynamics Land Systems Canada Lav 6 que se vendieron a Arabia Saudita (Cámara de combate/ General Dynamics)

En enero de 2017, el Tribunal Federal rechazó la solicitud de Turp de detener esas exportaciones a Arabia Saudita, un país con un pésimo historial en materia de derechos humanos. Por esta razón, el profesor Turp está llevando el caso a la Corte Suprema de Canadá.

“Estamos acudiendo a la Corte Suprema de Canadá, debido a que una Corte Federal de Apelaciones rechazó nuestra impugnación”, dice Turp.

El gobierno de Trudeau aprobó los permisos de exportación para esos equipos bélicos en abril de 2016, un acuerdo negociado por Ottawa que según funcionarios era la mayor transacción de exportación de armas registrada en el país.

Los vehículos blindados ligeros fabricados por General Dynamics en London, una ciudad en la provincia de Ontario, fueron equipados con ametralladoras o armas antitanque.

Además de la expulsión del embajador de Canadá, la monarquía saudita también ordenó la congelación de «todas las nuevas transacciones comerciales y de inversión» entre los dos países, la suspensión de todos los vuelos saudíes desde y hacia Toronto.

Riyadh también ordenó que todos los estudiantes saudítas abandonen las escuelas y universidades canadienses, así como el traslado fuera del país de todos los ciudadanos sauditas que estaban recibiendo tratamientos médicos en hospitales canadienses.

Pese a la furibunda respuesta del régimen saudita, la ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, declaró que Canadá no se retractará de su posición que condujo a las sanciones diplomáticas de parte de Arabia Saudita.

Fuentes: CBC/RCI

Categorías: Internacional, Política
Etiquetas: , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.