Un cineasta australiano fue enviado a juicio en Camboya, por haber filmado el año último una manifestación opositora en ese país asiático.
James Ricketson fue conducido a un tribunal con el atuendo naranja que identifica a los reos en Camboya, por haber puesto en riesgo la seguridad nacional, al filmar imágenes aéreas con un dron, de una marcha de un partido opositor al gobierno.
Ricketson escuchó los cargos que las autoridades presentaron en su contra, equivalentes a espionaje, por los que podría ser condenado a una pena de hasta 10 años de prisión.
El magistrado a cargo de la causa rechazó el pedido de la defensa de liberar al cineasta bajo caución.
El primer ministro Hun Sen ejerce un control férreo en Camboya. REUTERS/Samrang Pring.
El documentalista, de 69 años de edad, fue detenido en junio del año último, luego de utilizar un dispositivo no tripulado para filmar un acto del Partido Rescate Nacional de Camboya. La agrupación fue más tarde disuelta por las autoridades, en el marco de una embestida contra los críticos del gobierno del primer ministro Hun Sen.
La acción gubernamental se desplegó en los meses previos a los comicios realizados en julio último, que dieron al oficialismo la totalidad de los 125 escaños en la Asamblea Nacional.
Tras la elección, los abogados defensores especulan que el gobierno, que controla al sistema judicial, podría permitir la liberación del cineasta, a pesar de considerarlo como un simpatizante de los sectores de oposición.
A pesar del tiempo que Riketson lleva detenido, el inicio del juicio en su contra fue postergado en dos ocasiones, la primera vez para dar a los magistrados el tiempo necesario para reunir más evidencia sobre el caso, la segunda para que un juez recientemente nombrado pudiera familiarizarse con la causa.
La carta enviada al gobierno podría mejorar las posibilidades de liberación. REUTERS/Samrang Pring.
Si bien el acusado se había declarado inocente de los cargos en su contra, pidió perdón por sus errores, en una carta abierta publicada por un periódico progubernamental.
“Puedo, por favor, enviar mis más sinceras disculpas hacia usted y hacia el gobierno camboyano. Reconozco que mis declaraciones a la prensa fueron destructivas y mal informadas. Fueron expresadas desde la inocencia e ignorancia de un extranjero sobre las complejidades y dificultades del gobierno de Camboya”, expresó Riketson en la misiva al primer ministro.
El texto agrega un pedido de perdón sin condiciones debido a los problemas que pueda haber causado, como resultado de su desconocimiento sobre la realidad del país.
Tras la declaración pública, los abogados del cineasta confían en que las autoridades permitirán que Riketson salga de prisión y abandone el país.
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