Jair Bolsonaro, el candidato de la extrema derecha para las elecciones presidenciales en Brasil, se encuentra estable, tras haber sido sometido a cirugía, por las heridas que recibió en un ataque con cuchillo.
El ex militar se encontraba en un acto de campaña en la ciudad de Juiz de Fora, en el estado de Mina Gerais, cuando una persona que se encontraba entre la multitud se abalanzó sobre él y le asestó una puñalada en la parte superior del vientre.
Según las primeras informaciones, el candidato había resultado lesionado en su hígado, un pulmón y los intestinos, lo que obligó a los médicos a someterlo a una cirugía de urgencia, para detener la hemorragia e intentar reparar las heridas.
El presunto agresor, en una imágen difundida por la policía. Foto: Policía Militar via AP.
El ataque suma desconcierto a la actual campaña electoral en Brasil que, como informamos ayer, se encuentra inmersa en un verdadero caos, luego de la decisión de la justicia de excluir al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva de la carrera presidencial, por las acusaciones de corrupción presentadas en su contra.
Igual suerte podría seguir Geraldo Alckmin, postulante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), luego que los fiscales federales pidieron que se le retiren sus derechos políticos, por estar involucrado en hechos de corrupción ligados a la constructora Odebrecht.
Lula marchaba al frente de los sondeos de opinión cuando fue excluido por decisión judicial, con el 38 por ciento de la intención de voto. Lo mismo ocurría con Bolsonaro hasta el momento del ataque, quien con el 22 por ciento de las preferencias se ubicaba como el candidato mejor perfilado para la primera ronda electoral, aunque sus posibilidades parecían esfumarse en una eventual segunda vuelta.
Las sospechas permanentes de corrupción y las continuas pujas entre los distintos partidos políticos, además de la incidencia de la religión, principalmente a través de la implicación de la iglesia evangélica en la vida política del país, han arrojado a Brasil a un aparente callejón sin salida, cuando faltan pocas semanas para las elecciones que deberían elegir al futuro presidente.
Bolsonaro se encuentra estable pero delicado, tras la cirugía. Foto: AP Photo/Andre Penner.
Bolsonaro es un ex militar que ha reivindicado públicamente a la dictadura en su país, además de lanzar ataques constantes contra la comunidad LGBT y manifestar su desprecio hacia las mujeres. Sus posturas parecen despertar adhesión en una parte de la población brasileña, aunque otro sector de la misma lo ha repudiado en sucesivas ocasiones. De hecho, los sondeos realizados por medidoras de opinión muestran que su candidatura sería superada por casi la totalidad de los demás postulantes en una segunda vuelta.
Los médicos justificaron la cirugía al candidato diciendo que “las heridas internas eran graves y ponían a la vida del paciente en riesgo”. La tarea de los especialistas está centrada en impedir la aparición de una infección, como resultado de la perforación intestinal que le produjo el ataque con cuchillo.
A exactamente un mes de los comicios, cuya primera vuelta está prevista para el 7 de octubre, la participación de Bolsonaro se encuentra en duda tras la agresión, que no ha hecho más que sumar confusión en la escena política de la mayor economía de América Latina.
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