El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunirá en las próximas horas con su par de China, Xi Jinping, en la búsqueda de reforzar los ya estrechos lazos económicos entre ambas naciones.
El ministro de Relaciones Exteriores venezolano confirmó que el encuentro entre los mandatarios se llevará a cabo el viernes, y que también están previstas reuniones con el primer ministro, LI Kequiang, y otros funcionarios chinos.
Antes de partir de su país, Maduro adelantó que en su agenda figuran cuestiones ligadas a la firma de nuevos tratados comerciales, así como acuerdos en las áreas de energía y finanzas.
El respaldo de China ha sido crucial para la administración de Maduro, cuyo país se encuentra en una de sus peores crisis económicas.
Xi Jiping preside una de las economías más dinámicas, a pesar de algunos signos de desaceleración. Foto: Alexander Ryumin/TASS/REUTERS
Así mismo, la potencia asiática ha incrementado sus inversiones en diversas naciones de la región y en África, despertando inquietud en los responsables estadounidenses, que miran con recelo el aumento de la influencia china en diversas partes del mundo y particularmente en América Latina.
China ha provisto a los venezolanos con préstamos, efectivo e inversiones por más de 65.000 millones en los últimos 10 años.
La marcha de la economía china viene de registrar cifras dispares con respecto a las previsiones de los analistas.
La producción industrial y las ventas minoristas en el país superaron las expectativas. La actividad de la industria experimentó una subida del 6,1 por ciento en agosto, en comparación a las cifras obtenidas un año antes, superaron por poco las previsiones de los expertos, que habían situado la expectativa de crecimiento en 6 por ciento.
La reciente suba del precio del combustible es un síntoma de los problemas económicos que enfrenta Venezuela. REUTERS/Carlos Eduardo Ramirez.
Por su parte, las ventas en los comercios minoristas también fueron más altas que lo esperado, con un aumento del 9 por ciento en agosto, en comparación con los datos correspondientes a 2017. Las previsiones habían situado el aumento en 8,8 por ciento.
Por el contrario, las inversiones en activos inmovilizados, es decir, aquellos bienes que no están destinados a la comercialización sino al consumo de las propias empresas, tuvo una baja de 5,3 por ciento en los primeros 8 meses de 2018, en comparación con similar período del año anterior.
Si bien la marcha de la economía en el gigante asiático sigue siendo saludable, comienzan a ser visibles los síntomas de una ralentización de la actividad. De allí el interés de las autoridades en Pekín por activar las transacciones e inversiones en el mercado internacional, lo que le permitiría mantener la actividad ante una desaceleración de su mercado interno.
La complicada situación económica por la que atraviesa Venezuela convierte al país sudamericano en un receptor ávido de las inversiones extranjeras, incluyendo a China.
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