Los casos de pedofilia son uno de los retos principales que enfrenta Francisco. Foto: AP Photo/Andrew Medichini, archivo.

Abuso de menores: otros dos obispos chilenos cesanteados

El escándalo que involucra a la iglesia católica en casos de pedofilia en Chile parece lejos de llegar a un término.

El papa Francisco aceptó la dimisión de otros dos obispos de la nación sudamericana, lo que eleva a un total de 7 las cesantías de jerarcas católicos, por los hechos de abuso de menores por parte de religiosos en Chile.

En algunos casos se trata de sacerdotes acusados de haber cometido en persona los abusos y en otros de jefes de la iglesia que encubrieron los actos, en lugar de denunciarlos y aplicar las sanciones correspondientes, además de facilitar el accionar de la justicia.

Fernando Karadima en febrero último ante la justicia chilena. Foto: REUTERS/Carlos Vera.

Los abusos sexuales denunciados tuvieron lugar en las décadas de 1970 y 1980, por lo que es posible que algunas de las personas involucradas ya no puedan ser sometidas a juicio, por haber sobrepasado el límite de edad o incluso porque ya hayan fallecido.

Los cesanteados por el jefe del Vaticano son los obispos Carlos Eduardo Pellegrín Barrera, de la diócesis de San Bartolomé Chillán, y Cristián Enrique Contreras Molina, de la diócesis de San Felipe, según confirmó la Santa Sede por medio de un comunicado.

En ambos casos el papa nombró un administrador apostólico, para asegurar la interinidad hasta que los reemplazantes sean designados.

En un hecho sin precedentes en la iglesia católica, los 34 obispos chilenos ofrecieron renunciar colectivamente  en mayo último, cuando el escándalo por abusos cometidos por religiosos se encontraba en su punto máximo.

En Irlanda acusan directamente al jefe del Vaticano por los abusos cometidos. REUTERS/Gonzalo Fuentes.

La decisión se produjo luego de un encuentro que los religiosos mantuvieron con el papa en el Vaticano, que se extendió por 3 días y se llevó a cabo a puertas cerradas.

Varios de los jerarcas presentes en la ocasión fueron acusados de encubrir durante décadas los actos cometidos por el párroco Fernando Karadima, suspendido de por vida luego que la justicia lo halló culpable de numerosos abusos de menores durante un período de 20 años.

En el último año, la iglesia católica ha debido enfrentar escándalos por acusaciones del mismo tipo en otras partes del mundo, principalmente en Estados Unidos e Irlanda.

Algunas de las víctimas de los abusos manifestaron su malestar por la actitud asumida en el pasado por la iglesia, que encubrió a los responsables, y expresaron su confianza de que el Sumo Pontífice pueda llevar a cabo una depuración profunda del clero en Chile.

El caso de Karadima es visto como la piedra central en el escándalo que sacude a la iglesia chilena. El sacerdote fue el titular de la parroquia de El Bosque, a la que asistían miembros de la clase alta chilena, y en la que habría tejido una red de reclutamiento de los menores que aparecían de manera constante a su alrededor.

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