Los habitantes de la provincia de Nuevo Brunswick, en el este canadiense, siguen sin conocer la definición de la elección llevada a cabo el lunes último, para elegir nuevas autoridades provinciales.
La situación planteada como resultado de los comicios, en los que el gobernante Partido Liberal logró una banca menos que los Conservadores Progresistas, pero acumuló más votos, no ha logrado una resolución que permita saber quién será llamado a formar el nuevo gobierno.
En las últimas horas, el líder del Partido Verde, David Coon, sostuvo que su formación podría negociar un acuerdo con las otras dos, para apoyar tanto el discurso del trono como el presupuesto, evitando la derrota de un eventual gobierno minoritario.
Sin embargo, en las últimas horas los verdes aparecieron más cercanos a acordar el apoyo a los conservadores, lo que podría permitir a estos últimos llegar al poder.
Los conservadores de Blaine Higgs confían en lograr el respaldo necesario para ser gobierno. THE CANADIAN PRESS/James West
Como resultado de la elección, los Progresistas Conservadores se alzaron con 22 bancas del total de 49 que componen la legislatura, mientras que el Partido Liberal llegó a 21. Por su parte, el Partido Verde y People’s Alliance (Alianza del Pueblo) obtuvieron 3 sitiales cada uno.
Las cifras finales del escrutinio no dieron suficientes votos a ninguno de los partidos para poder obtener la mayoría necesaria para conformar un gobierno propio.
Las tres bancas que el Partido Verde posee en la legislatura se han convertido en una pieza clave en las negociaciones políticas, ya que en caso de un acuerdo destrabaría el punto muerto en el que se hallan las autoridades de Nuevo Brunswick.
De todos modos, un acuerdo entre conservadores y verdes sería complicado, ya que ambos mantienen diferencias profundas en diversas áreas, sobre todo en la apreciación y en la forma en la que se debe lidiar con el cambio climático.
Los verdes de David Coon podrían convertirse en árbitros de las negociaciones. THE CANADIAN PRESS/Marc Grandmaison
En las últimas horas, el líder de los progresistas conservadores, Blaine Higgs, sostuvo que el primer ministro liberal, Brian Gallant, debería renunciar o disolver inmediatamente la legislatura provincial.
Higgs hizo el llamado poco después de reunirse con la gobernadora general de la provincia, Jocelyne Roy.
La gobernadora general, que cumple la función de representante de la reina en la provincia, le manifestó a Higgs que si los liberales no logran asegurar el apoyo de los legisladores, entonces pedirá a los conservadores que formen una nueva administración.
Nuevo Brunswick se encuentra en un impase político desde el lunes último, tras el virtual empate en las elecciones entre liberales y conservadores.
La ausencia de un ganador claro en las urnas habilita a los partidos a iniciar un proceso de negociación, para lograr el respaldo necesario que haga que la gobernadora general les pida formar gobierno.
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