Zachary, al centro, junto con los miembros del grupo de hip hop y rap Meeko Brown Khemist. (Foto: Rufo Valencia/RCI)

La noche antes de la legalización de la marihuana en Canadá

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La prensa mundial ha dedicado su atención a la fecha del 17 de octubre como día en que Canadá decidió legalizar el uso de la marihuana para fines recreativos. Para muchos canadienses, esta medida es una medida progresista. Para otros, como Zachary, un músico dedicado al hip-hop y el rap, esta legalización representa una apertura para la difusión de su música.

Poco después de su establecimiento en 1992, la Plaza Émilie-Gamelin, situada en el centro de Montreal, se convirtió en el lugar predilecto para las operaciones clandestinas de venta de todo tipo de drogas, incluyendo la marihuana. De cuando en cuando, la policía llevaba a cabo redadas, que acabaron convirtiéndose en un hábito que nunca llegó a poner coto al menudeo de alucinógenos y euforizantes en forma de pastillas o hierbas.

Los montrealenses se reúnen para comer y beber en la terraza exterior de Jardins Gamelin, instalado en la Plaza Émilie-Gamelin. (Kalina Laframboise/CBC)

Las razones para el florecimiento de este comercio ilegal pero relativamente tolerado en esta plaza incluyen su proximidad al Quartier Latin, área de la ciudad donde se encuentra la Universidad de Quebec en Montreal (UQAM) con sus miles de estudiantes, así como el Village Gay, el barrio de reputación en el que se instalaron una serie de clubes y comercios dedicados a la clientela homosexual, visitado por los turistas que llegan a la ciudad.

En muchos de los clubes del lugar se puede sentir el olor, para unos delicioso y para otros repugnante, de la marihuana. El pequeño club L’Escalier, ubicado frente a la Plaza Émilie-Gamelin no es la excepción a este tipo de sahumerios.

En el pequeño escenario del club, como esperando la medianoche y la llegada del momento de la entrada en vigor de la ley que legaliza la marihuana en el país, presentaba su música el grupo de hip hop y rap Meeko Brown Khemist.

Redada policial contra presuntos vendedores de drogas cerca a la Plaza Émilie-Gamelin en Montreal. (Foto: Rufo Valencia/RCI)

Fieles a la insolencia y el desparpajo de este género musical, sus letras venían cargadas de ajos, culebras y cebollas en inglés y francés, en una música que obviamente no puede ser presentada en la radio pública a fin de no herir la sensibilidad de los oyentes canadienses. Inclusive en la plataforma Spotufy, sus canciones vienen acompañadas de la advertencia que dice “letras explícitas”.

Tras la última canción a eso de la medianoche, uno de los miembros Zachary, vestido con una polera de rugby, o una camiseta del Boca Juniors, explicaba que lo que había dicho al final del show era que esa medianoche era un momento de celebración, ya que la marihuana es desde ahora legal en Canadá, algo que fue un logro que pondrá fin a la persecución de sus usuarios y que permitirá a muchos músicos viajar sin la amenaza de la ilegalidad de la droga para uso personal.

Históricamente Portugal fue el primer país en romper en 2001 con las políticas de represión antidrogas que castigaban al consumidor, convirtiéndose en un país modelo a la hora de hacer frente a un problema que, para muchos, es más un problema médico y social.

Consumir drogas en Portugal continúa siendo ilegal, pero en lugar de ser enviada a la cárcel, la persona detenida con drogas para consumo personal es encaminada hacia programas de tratamiento de adicciones Si no quiere hacerlo, deberá pagar una multa, que es establecida por organismos sociales dedicados a la disuasión de las adicciones.

Categorías: Artes y espectáculos, Internacional, Política, Sociedad
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