El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, eligió este martes a otro ex militar como miembro de su futuro gabinete.
El general retirado del Ejército Fernando Azevedo e Silva fue designado como ministro de Defensa, lo que significa otro militar más en el Gobierno que asumirá funciones el próximo 1 de enero.
Bolsonaro, un político de extrema derecha y ex capitán del Ejército brasileño, que ganó el balotaje presidencial el mes pasado con una plataforma de lucha contra la corrupción y defensa de la ley y el orden, anunció su decisión vía Twitter.
Azevedo se retiró a fines de agosto como Jefe del Estado Mayor del Ejército y desde entonces ha sido asesor especial del presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, José Antonio Dias Toffoli.
Azevedo hace parte de un grupo de generales jubilados que respaldaron la candidatura presidencial de Bolsonaro en nombre de la lucha contra la endémica corrupción política en la mayor economía de América Latina.
Soldados del Ejército brasileño patrullan la favela del Complexo de Alemao durante una operación en Río de Janeiro. (Silvia Izquierdo/Prensa Asociada)
Ese grupo de ex altos mandos militares está encabezado por el general retirado Augusto Heleno, a quien Bolsonaro originalmente había nombrado como su futuro ministro de Defensa. Pero la semana pasada, el presidente electo optó por nombrar a Heleno como su asesor de seguridad nacional.
Se espera que Bolsonaro nombre a otro militar, el general retirado Oswaldo Ferreira, ex jefe del cuerpo de ingenieros del Ejército, como su ministro de Transporte, buscando mejorar la deteriorada infraestructura nacional.
El respaldo de los militares y la cantidad de oficiales en retiro en el gabinete de Bolsonaro han aumentado la preocupación sobre el papel dominante de las fuerzas armadas en el próximo gobierno. Bolsonaro se ha comprometido a respetar la Constitución y las instituciones democráticas.
El vicepresidente electo es el general retirado Hamilton Mourao, quien fue destituido del mando en 2015 por criticar al entonces gobierno del Partido de los Trabajadores y luego defendió públicamente una intervención militar si los tribunales no castigan a los políticos corruptos.
Bolsonaro dijo que las Fuerzas Armadas desempeñará un papel clave en el respaldo a la policía estatal como parte de una promesa de campaña de persecución y castigo a los delitos violentos y las bandas de narcotraficantes.
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