Aviones de combate israelíes atacaron este lunes objetivos de las Fuerzas Quds de Irán en territorio de Siria. Tras recibir fuego de misiles antiaéreos, también atacaron las baterías de la defensa siria, dijo el Ejército israelí.
Estos nuevos ataques israelíes contra Siria causaron la muerte de cuatro soldados sirios, dejado a otros seis heridos, informó el Ministerio de Defensa ruso. El ministerio afirmó que las fuerzas sirias interceptaron unos 30 misiles israelíes en las últimas 48 horas.
Una fuente militar siria que afirmó que Israel lanzó un “ataque intenso con oleadas consecutivas de misiles guiados”, pero que las defensas aéreas sirias destruyeron la mayoría de los “objetivos hostiles”.
Testigos en Damasco dijeron que se escucharon fuertes explosiones en el cielo nocturno durante casi una hora.
Estos ataques se producen en momentos en que Benjamin Netanyahu, quien mantiene una retórica belicosa hacia Irán, podría ser acusado de corrupción mientras se prepara para unas elecciones en abril.
El Ejército de Israel dijo que sus ataques estaban dirigidos contra “sitios militares iraníes de las Fuerzas Quds en Siria”, incluidos centros de almacenamiento de municiones y una instalación en el Aeropuerto Internacional de Damasco, junto con un emplazamiento de inteligencia iraní y un campo de entrenamiento militar iraní.
Las Fuerzas Quds están a cargo de las operaciones en el extranjero de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Las acciones nocturnas del lunes se producen tras unos ataques transfronterizas del domingo en los que Siria dijo haber repelido un ataque aéreo israelí. Israel dijo que interceptó un cohete disparado en los Altos del Golán.
Este mes, el jefe de Estado Mayor saliente de Israel, Gadi Eisenkot, afirmó que Israel había llevado a cabo miles de ataques contra intereses iraníes en Siria. Estos comentarios fueron seguidos por la revelación pública de parte de Netanyahu hace dos semanas de ataques israelíes llevados a cabo cerca de Damasco, algo que representa un cambio en la política de Israel que previamente prefería el silencio y la ambigüedad a la hora de admitir sus ataques.
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