El joven canadiense culpable de haber matado a seis personas en la mezquita de Quebec en enero de 2017, en el peor ataque contra un lugar de culto musulmán en Occidente, fue condenado el viernes a cadena perpetua sin posibilidad de liberación durante 40 años.
Los abogados de la fiscalía pedían una sentencia ejemplar de 150 años de prisión contra Alexandre Bissonnette, pero el juez François Huot calificó esta petición de «irrazonable».
El magistrado, en su veredicto, señaló que el asesino estaba motivado por «un odio visceral hacia los inmigrantes de fe musulmana» y que no podría solicitar la libertad condicional hasta que cumpliera 67 años.
Ahmed Cheddadi, que estuvo presente durante el ataque, reaccionó a este veredicto diciendo que «respetaba la decisión del juez», mientras que encontraba «sinceramente difícil» imaginar que el asesino pudiera ser liberado algún día.
El ataque a la mezquita de la ciudad de Quebec en enero de 2017 «quedará escrito para siempre con sangre en la historia de esta ciudad, de esta provincia y de este país», observó el juez cuando lo pronunció, señalando que este crimen fue «altamente premeditado».
«Las acciones de Alexandre Bissonnette socavan nuestros valores sociales fundamentales», dijo en un juicio de 246 páginas.
(Foto: © REUTERS/Mathieu Belanger )
El joven quebequense, un ex estudiante de ciencias políticas seducido por ideas nacionalistas y supremacistas, dirigió «un ataque premeditado, gratuito, taimado y asesino», dijo el juez.
Vestido de traje y camisa blanca, Alexandre Bissonnette escuchó en el estrado durante más de seis horas el veredicto del magistrado, mirando hacia abajo. Presentes entre las 250 personas en la audiencia, sus padres escucharon el veredicto y enjugaron las lágrimas, al igual que varios amigos y familiares de las víctimas», dijo un periodista de la AFP.
A las 19:55 horas del domingo 29 de enero de 2017, con una pistola en la mano, Alexandre Bissonnette entró por la puerta principal de la mezquita de la ciudad de Quebec y abrió fuego a sangre fría contra los cuarenta hombres y cuatro niños que estaban charlando después de la oración en la gran sala de la planta baja.
Seis hombres cayeron bajo las balas y cinco resultaron gravemente heridos, uno de los cuales es ahora tetrapléjico. Los seis musulmanes asesinados eran todos binacionales que habían emigrado a Canadá: dos argelinos, dos guineanos, un marroquí y un tunecino.
Programadores informáticos, profesores universitarios o tenderos, todos ellos se habían integrado en la vida de Quebec durante muchos años.
Fuente: Agence France-Presse
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