Al menos 49 personas murieron en dos balaceras ocurridas en mezquitas de Nueva Zelanda, que las autoridades de ese país calificaron de ataques bien planificados.
Las agresiones ocurrieron en momentos en que los fieles asistían a las ceremonias del día viernes, en lo que la primera ministra neozelandesa señaló como “uno de los días más negros” en la historia de la nación.
Al menos una persona fue detenida y acusada de asesinato, en lo que hasta el momento se presenta como una acción bien planificada y de características racistas.
El ataque tomó por sorpresa a una comunidad habitualmente pacífica, 2019. REUTERS/Edgar Su.
Otros dos presuntos agresores fueron retenidos por la policía, que hasta el momento se encuentra investigando de qué manera estarían involucrados en los hechos.
La primera ministra Jacinda Arden dijo que los hechos constituyen “actos de violencia extraordinaria y sin precedentes”.
Según la mandataria, varias de las víctimas podrían ser inmigrantes o refugiados.
La policía logró desactivar explosivos que se hallaban dentro de un vehículo, además de haber detenido a tres hombres y una mujer, aparentemente implicados en los ataques. Más tarde, una de las personas fue puesta en libertad.
Escenas de pánico y estupor pudieron verse en las calles de las ciudades a través del país, que cuenta con una población aproximada de 5 millones de personas y donde los actos de violencia no son frecuentes.
Un testigo sostuvo que vio a un hombre vestido de negro entrar en una de las mezquitas y que pocos segundos después comenzó a escuchar gran cantidad de disparos.
Decenas de personas que se hallaban congregadas en el lugar comenzaron a huir en medio de escenas de terror.
El desconsuelo se apoderó de los neozelandeses. Foto: AP Photo/Mark Baker
Un video, aparentemente transmitido en vivo por Internet por el propio agresor, mostró el ataque. El hombre estuvo al menos dos minutos dentro del lugar de culto, disparando a mansalva contra la gente presente.
En relación con el segundo hecho, 7 personas perdieron la vida en otra mezquita, y una más sucumbió a sus heridas cuando era atendida en un hospital.
Un testigo dijo que escuchó cerca de 5 disparos y que uno de los asistentes replicó la agresión con un arma de fuego, pero no pudo asegurar si se trataba de un rifle o de un arma de puño.
El testimonio aseguró que tras la balacera, una persona salió corriendo de la mezquita y arrojó lo que aparente era un arma automática, para luego darse a la fuga.
Los ataques ocurrieron en las localidades de Christchurch y Linwood.
El primer ministro Trudeau expresó la solidaridad de los canadienses con las víctimas. Imagen: Twitter
El primer ministro de Canadá, Justín Trudeau, condenó los ataques, diciendo que las agresiones contra personas que se encuentran rezando son algo espantoso.
En una breve declaración difundida a través de Internet, el mandatario dijo que los canadienses se unen a los neozelandeses y la comunidad musulmana alrededor del mundo en su dolor.
Por su parte, los musulmanes en la Ciudad de Quebec manifestaron estar sorprendidos por la balacera en las dos mezquitas de Nueva Zelanda, a poco más de dos años de que un suceso similar ocurriera en la ciudad quebequense, en el que murieron 6 personas y otras 19 resultaron con heridas.
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