La Casa Blanca presionó a los servicios estadounidenses responsables de la inmigración para que liberara a los clandestinos en las calles de las “ciudades santuario”, una estrategia para atacar a los adversarios políticos de Donald Trump, afirma el diario Washington Post.
Las ciudades santuario son a menudo dirigidas por demócratas que se niegan a detener en gran escala a los migrantes en situación ilegal, limitando su cooperación con los agentes federales encargados de la inmigración, como San Francisco o Los Ángeles, por ejemplo.
Citando a responsables de la seguridad interior y correos electrónicos que el diario pudo consultar, el Washington Post informó este jueves que la Casa Blanca había contemplado esta medida por lo menos dos veces en los últimos 6 meses.
En el mes de noviembre pasado, responsables de la Casa Blanca pidieron a varias agencias si miembros de la caravana de migrantes que se acercaban en ese momento de la frontera estadounidense, podían ser detenidos y transportados después en autobuses “hacia ciudades santuario pequeñas e intermedias”, escribe el Washington Post.
Migrantes procedentes de Honduras. (AP Photo/Delmer Martinez)
La Casa Blanca precisó entonces a la policía de inmigración (U.S. Inmigration and Customs Enforcement, ICE), que su objetivo era de atenuar la falta de espacio en los centros de detención, pero también de enviarles un mensaje a los demócratas, afirma el diario estadounidense.
Un programa que suscitó la inquietud en el seno de ese cuerpo policial. La Casa Blanca evocó nuevamente esta idea el mes de febrero pasado, lo que provocó su rechazo por parte del departamento jurídico del ICE.
“Fue una simple sugerencia que fue sometida y rechazada. Lo que puso fin a las discusiones”, dijo un responsable de la Casa Blanca en un comunicado, citado por el Washington Post.
Donald Trump ha hecho de la lucha contra la inmigración ilegal su caballo de batalla y ha catalogado a miles de migrantes procedentes de Centroamérica en los últimos meses como una amenaza para la seguridad nacional, acusando de paso a los demócratas de laxismo.
RCI/AFP/washingtonpost.com
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