“El trabajo en agricultura casi duplicaría el riesgo de tener esta enfermedad renal crónica de causa no tradicional. Y el uso de agroquímicos fue asociado positivamente en 1.4 veces. Y cuando ponemos solo estudios de alta calidad, esta asociación entre agroquímicos y enfermedad renal se hace significativa. Esto quiere decir que estadísticamente, los resultados son significativos”.
-Evelina Chapman, investigadora principal
En 2013 en la reunión del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud en Washington los ministros de salud de las Américas plantearon la grave situación de una enfermedad renal crónica de causas no tradicionales, que estaba causando estragos en la región de América central, principalmente en El Salvador y Nicaragua.
Los factores reconocidos como “tradicionales” son la diabetes, hipertensión y algunas enfermedades específicas del riñón.
Ante esta problemática los ministros aprobaron una resolución que obligaba a estudiar y resolver este grave problema de salud pública.
La Organización Panamericana de la Salud, entre otras acciones, acaba de propiciar una investigación sobre Factores de riesgo para la enfermedad renal crónica de causas no tradicionales.
Ser agricultor y utilizar agroquímicos como el Glisofato y el Paraquat aparecieron como asociaciones importantes, aunque no serían los únicos factores involucrados.
Esa investigación que analiza más de 60 trabajos de investigación mundiales fue llevada a cabo por un equipo internacional coordinado por la Dra. Evelina Chapman.
La Doctora Evelina Chapman investigadora principal del estudio Factores de riesgo para la enfermedad renal crónica de causas no tradicionales.
¿Cuál fue la pregunta que guió esta investigación?
“Nos propusimos evaluar las posibles asociaciones de la enfermedad renal crónica de causa no tradicional con el trabajo en agricultura, los agroquímicos, el estrés por calor, los metales pesados y otros factores”.
El desafío principal para los investigadores fue tratar de establecer los mecanismos causales de esta enfermedad.
“La principal pregunta que nosotros quisimos responder fue: ¿Cuáles eran los factores más frecuentes que la literatura mundial relacionaba con esta enfermedad? Y en segundo lugar: ¿Sería posible establecer mecanismos causales para dilucidar cuáles eran los factores que estaban más involucrados en este proceso?
Los factores de riesgos tradicionales y no tradicionales
Pero en este caso, señala la investigadora, “eran agricultores jóvenes, en su mayoría hombres, con una rápida evolución de la enfermedad, con poca sintomatología, y que indefectiblemente-si no se detectaba y trataba- llevaban a una insuficiencia renal terminal y a la muerte”.
Uno de los factores que podría estar incidiendo en esta enfermedad es la pobreza. La producción agrícola mediante uso indiscriminado de agroquímicos, las escasas medidas de protección y las condiciones laborales precarias, reforzarían los caminos causales de esta enfermedad. Pero esto no es causa suficiente.
“Sabemos que hay metales pesados que producen enfermedad renal que no tienen nada que ver con agroquímicos- como el cadmio, el arsénico, el mercurio”.
En países como Sri Lanka se encontraron estos metales en pozos de agua para beber, junto con restos de agroquímicos, cuenta la investigadora. “Lo interesante de este dato es que hace un par de décadas en el norte de Sri Lanka se prohibieron los agroquímicos porque los usaban para fabricar bombas. En esa región, que también cuenta con pozos que tienen metales pesados (aguas duras) se ha visto que la incidencia de casos de la enfermedad fue bajísima”.
La enfermedad renal crónica aparece en agricultores jóvenes, en su mayoría hombres, dice la investigación. Trabajadores recolectan caña de azúcar en una plantación cerca de Santa Cruz de El Seibo, en el este de la República Dominicana, el 9 de enero de 2017. Foto: ERIKA SANTELICES / AFP / Getty Images)
La enfermedad renal crónica y su relación con los agroquímicos
Cuando se mencionan a agroquímicos muchas veces las investigaciones se enfocan en otras problemáticas de salud, como el cáncer, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, hasta ahora nunca se colocó su relevancia sobre esta enfermedad renal.
El tema de los agroquímicos, aunque no es el único factor que se involucra en la investigación, sí pone en evidencia una asociación. A menudo el trabajo agrícola implica el manejo o aplicación de agroquímicos. Estos agroquímicos se han visto asociados con esta enfermedad y fueron destacados en investigaciones en los países mencionados, principalmente en Sri Lanka.
Entre los agroquímicos implicados se destacan el Glisofato y el Paraquat.
Un agricultor de Sri Lanka rocía pesticidas en su granja de arroz en Piliyandala, a las afueras de la capital de Sri Lanka, Colombo, el 8 de diciembre de 2009. Foto: LAKRUWAN WANNIARACHCHI / AFP / Getty Images)
En general las mujeres no realizan el trabajo agrícola ni aplican agroquímicos. Sin embargo beben agua de los mismos pozos, y además lavan las ropas de sus parejas o esposos contaminadas con agroquímicos y en el tiempo, ellas también se enferman, dice la Dra. Chapman.
Por lo tanto hay un ambiente tóxico que hace que esta enfermedad tenga alta incidencia en algunas regiones.
Mientras que en Sri Lanka se destacan investigaciones sobre trabajo agrícola (arroz), agroquímicos y metales pesados contenidos en aguas de pozo, la teoría que se ha destacado en la región de América central está relacionada con el trabajo agrícola (caña de azúcar) y el estrés por calor, mucho más que el uso de agroquímicos. Es decir, trabajadores que viven en zonas tropicales, de mucho calor, con trabajo físico intenso, poca ingesta de agua y episodios repetidos de deshidratación.
Investigación en países desarrollados
Los investigadores analizaron estudios de alta calidad en distintos países del mundo. No solo de Sri Lanka o los de América central sino de países que no fueron declarados endémicos como por ejemplo, Estados Unidos.
Fueron estudios con un número bastante importante de trabajadores agrícolas, unos 30 000 que manipulaban pesticidas, en donde también incluyeron análisis en sus esposas. Allí se demostró una relación directa -incluso por tipos de pesticidas- que los mismos causaban enfermedad renal terminal. Es decir pacientes que tienen que ir directamente a diálisis o trasplante. “Lo que no sabemos es si tendrían las mismas características morfológicas del daño renal, que sí fueron demostradas en biopsias comparadas de Sri Lanka y los países más afectados de América Central”.
En cuanto a Canadá, la Dra. Chapman dice que “existen algunos datos aunque insuficientes. Habría que hacer análisis más profundos. Hay que ver el tipo de cultivos, de agroquímicos, y las tasas de enfermedad renal”.
Trabajadores cortan la caña de azúcar en Atencingo, estado de Puebla, sur de México el 11 de mayo de 2017. Foto: PEDRO PARDO / AFP / Getty Images)
Lo que sobresale de la investigación
La Dra. Chapman explica que después de utilizar múltiples técnicas y estadísticas en su investigación, sobresalen principalmente dos causas.
¿Y ahora qué?
Los resultados de esta investigación reflejan un problema global que tiene que ser atendido con urgencia, señala la investigadora.
«Hay que hacer más investigación, ver la incidencia de otros factores ambientales en la región de América central y en otros países. Sería importante que todos los países analizaran sus tasas de enfermedad o de mortalidad por enfermedad renal crónica. Hay que ver el tipo de agroquímicos que están siendo utilizados y de qué manera.
También hay que revisar las legislaciones y regulaciones en cuanto al uso de estos agroquímicos».
Finalmente, la Dra. Chapman sostiene que los sistemas de salud deben adecuarse mientras el problema persista y crezca y todo trabajador agrícola debe tener la protección y seguridad que necesitan. Mejorar las condiciones laborales, para minimizar el impacto de esta enfermedad en ellos y ellas.
Esto y mucho más en la entrevista de Radio Canadá Internacional con la Doctora Evelina Chapman. Ella es Pediatra, Magíster en ciencias, Doctora en Salud Pública. Tiene numerosas publicaciones científicas, algunas realizadas con la Universidad de Alberta y la Universidad McMaster, de la provincia canadiense de Ontario.
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