La proximidad de la época estival se presenta con marcados contrastes en el territorio canadiense.
Mientras que en algunos sitios las temperaturas podrían alcanzar máximos históricos, en otras regiones el clima fresco parece extenderse, al igual que los cielos nubosos y las lluvias.
Un verano que se preanuncia muy diverso y variable, según la región del país. Foto: iStock.
Abrigo y paraguas a mano
Los canadienses de las provincias de Ontario y Quebec ávidos de sol y calor tendrán que armarse de paciencia, tomarse unas vacaciones en destinos cálidos o bien moderar sus aspiraciones.
La irregularidad del último invierno, con su mezcla de nieve y lluvia helada, sumadas a la alternancia de jornadas de frió intenso y días más templados, ha dejado a muchos con ansias de que el calor se instale pronto.
Según las previsiones de los expertos, el clima en esa parte Canadá durante el verano que se aproxima registrará temperaturas menos altas que el último año y con muchas más precipitaciones.
El fin de mayo sorprende a esa parte del país con un mercurio que en algunas jornadas se encuentra varios grados por debajo de lo normal.
El paraguas será un compañero frecuente durante el próximo verno, para muchos canadienses. Foto: iStock.
De hecho, los expertos indican que ambas provincias tendrán un varano más fresco en la región sur, dado que las temperaturas altas demorarán en llegar y las jornadas de calor serán menos numerosas.
Habitualmente, a mediados de mayo esa parte del país comienza a tener jornadas con temperaturas constantes entre los 15 y 22 grados, que tienden a aumentar en los primeros días de junio, cuando no es difícil que la línea del termómetro suba e incluso se aproxime a los 30 grados.
En lo que va de la primavera, los días en los que la temperatura máxima superó los 20 grados pueden contarse con los dedos de una sola mano y la mínima ha estado fluctuando los 10 grados.
Las inundaciones, un paisaje repetido en las últimas semanas. Foto: iStock.
Del mismo modo, se anuncian períodos de lluvias intensas, por encima de los promedios que son habituales para la región.
Tal situación podría agravar la situación de inundaciones que se vienen registrando en vastos sectores del sur quebequense y ontariense durante toda la primavera.
En algunos casos, las temperaturas inusualmente bajas han retrasado el deshielo, por lo que los suelos han permanecido menos permeables, impidiendo la absorción de las aguas.
Algo que preocupa a los climatólogos es que las lluvias en los últimos tiempos se han presentado inusualmente abundantes. No se trata de las usuales lluvias o lloviznas de primavera sino, en algunos casos, de precipitaciones copiosas, a veces torrenciales, como puede dar fe el autor de estas líneas, que debió suspender un campamento de fin de semana por las inclemencias del tiempo.
Cielos plomizos y lluvias constantes durante el último fin de semana de mayo en las Laurentides, al norte de Montreal. Foto: Luis Laborda/Adriana Carbonaro.
Oeste en llamas
Por el contrario, el oeste del país parece encaminarse hacia un verano más caluroso y seco, una tendencia que ya se ha confirmado desde el fin del último invierno.
Mayo de 2019 ha dado lugar a numerosas jornadas con temperaturas que sobrepasan holgadamente los 20 grados, algo que normalmente no ocurre antes del mes de junio.
Lamentablemente, la menor cantidad de precipitaciones y el calor anticipado crean las condiciones propicias para los incendios forestales, de los que venimos dando cuenta en las últimas semanas, sobre todo en Columbia Británica y Alberta.
El calor intenso podría agravar los incendios forestales en el oeste. THE CANADIAN PRESS/HO, BC Wildfire Service.
Al fin el calor en el este
Los habitantes de las provincias Atlánticas podrían “beneficiarse” de un verano tórrido durante los meses de julio y agosto, sobre todo en la porción sur del territorio.
Lo que podría ser una mala noticia para otras personas, no acostumbradas a temperaturas altas extremas, tal vez sea un excelente anuncio para los habitantes del extremo este del país, que pocas horas atrás fueron testigos de una “tormenta invernal” fuera de temporada, con la nieve cayendo a borbotones.
La semana última, Terranova y Labrador celebró el Día de la Reina Victoria con una nevada que dejó varios milímetros de nieve en el suelo y que obligo a los residentes a sacar de los armarios sus abrigos.
Fuente: Environment and Natural Resources Canada.
Normalidad para el norte y las Praderas
Por último, en el norte, comprendiendo el Yukón, Territorios del Noroeste y el Nunavut se esperan marcas termométricas y precipitaciones en sus valores normales, con excepción de la franja más próxima a Alaska, donde la temperatura podría ser levemente superior a la habitual. Lo mismo ocurrirá en Saskatchewan y Manitoba, en la región de las Praderas, donde el termómetro podría colocarse apenas por encima de la marca promedio.
La famosa Cascada del Diablo, en Mont Tremblant, con su caudal a pleno tras las fuertes lluvias.
Con material propio, de The Canadian Press y Ministerio del Medioambiente y Recursos Naturales.
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