La policía estadounidense procedió por lo menos a una redada después de las dos explosiones ocurridas a pocos segundos de intervalo cerca de la llegada del maratón de Boston ayer por la tarde.
La redada se llevó a cabo en un apartamento de Revere, en las afueras de Boston. Esta mañana, se vieron policías saliendo de este apartamento llevando consigo bolsas y cajas de cartón. La policía confirmó que esta redada estaba relacionada con los atentados de ayer.
La policía federal estadounidense, FBI, es la responsable de la investigación. La policía pidió también a los espectadores del maratón que les entreguen todas las grabaciones de audio, vídeos y fotos que tomaron.
Las autoridades confirmaron que un niño de 8 años se encuentra entre las 3 personas que perdieron la vida en estos atentados. La madre y la hermana de la pequeña víctima también resultaron heridas, mientras esperaban al padre de los niños en la llegada del maratón.
Por lo menos 144 personas resultaron heridas, de las cuales 17 se encuentran en un estado crítico. Decenas de víctimas fueron heridas en las piernas y debieron ser amputadas.
En la Casa Blanca, el presidente Barack Obama tuvo mucho cuidado en no utilizar la palabra “terror” o “terrorismo” cuando comentó el atentado y prometió que los responsables serán llevados ante la justicia.
Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca que pidió el anonimato, declaró que las explosiones eran consideradas como atentados terroristas.
Por su parte, los Talibanes pakistaníes – que ya habían amenazado de golpear en Estados Unidos debido a su apoyo al gobierno de Pakistán- negaron toda implicación en esas explosiones.
El presidente ruso, Vladimir Putín ofreció a Estados Unidos la ayuda de su país para esclarecer estos atentados y dijo que la comunidad internacional debe hacer un frente común frente al terrorismo.
Las dos explosiones sucedieron casi simultáneamente a unos 90 metros la una de la otra, derribando a espectadores y por lo menos a un corredor, rompiendo vidrios de ventanas e inundando la calle de humo.
Las explosiones ocurrieron 4 horas y 9 minutos después del inicio de la competencia. En ese preciso momento, más de 17.000 participantes habían terminado su recorrido, pero otros 4.000 habían sobrepasado el kilómetro 38 y se dirigían hacia la llegada.
Algunos analistas creen que las explosiones habían sido previstas a ese momento para maximizar el número de víctimas, puesto que a los corredores populares hacen el recorrido de 42,2 kilómetros del maratón en alrededor de 4 horas. El sector de la llegada estaba atestado en ese momento, puesto que decenas de corredores llegaban a la meta al mismo tiempo bajo los aplausos de familiares y espectadores.
Otras dos bombas que no explotaron fueron encontradas cerca de la llegada, pero fueron desactivadas.
Unos 23.000 corredores, entre los que figuraban 2.000 canadienses, participaron en el maratón, uno de los más antiguos y prestigiosos del mundo. La competencia se realiza el día de los Patriotas, que conmemora las primeras batallas de la revolución estadounidense en Concord y Lexington en 1775.
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