Le président mexicain Enrique Pena Nieto et Stephen Harper.

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto y el primer ministro canadiense Stephen Harper.

México y Canadá: ¿dónde está el amor que me juraste?

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¿Dónde está el amor que me juraste? podría ser la letra de un bolero o de una ranchera que describe los lazos entre Canadá y México. Para muchos observadores en la prensa canadiense, tal parece ser el clima de las relaciones aparentemente estancadas entre ambos países.

La ocasión para esta evaluación de las relaciones es la reunión entre el primer ministro canadiense Stephen Harper y el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto el 17 y 18 de febrero en la Ciudad de México.

Posteriormente, el 19 de febrero, se llevará a cabo la cumbre de los Tres Amigos, los tres países miembros del TLC en Toluca, México. Allí el presidente estadounidense Barack Obama se unirá a Peña Nieto y Harper

En el periódico de circulación nacional, The Globe and Mail, el periodista Mike Blanchfield escribió hace algunos días que el amor que el primer ministro canadiense Stephen Harper por Israel contrasta con su afecto por México.

Stephen Harper llegará México este lunes donde será recibido con un cierto grado de resentimiento o despecho por parte de un vecino continental que se siente desdeñado por Canadá.

Según The Globe and Mail, ese resentimiento mexicano hacia Canadá va más allá del desacuerdo sobre la decisión del gobierno de Harper en 2009 de imponer la exigencia de una visa a los viajeros procedentes de México. Ottawa tomó esa decisión para poner un freno al aumento de solicitudes de refugio de mexicanos que llegaban a Canadá.

Ese resentimiento de parte de México abarca la persistente insatisfacción por la falta de progreso en hacer avanzar las relaciones económicas más allá del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cuyo vigésimo aniversario fue celebrado por Canadá y México, junto con los 70 años de relaciones bilaterales.

Ambos aniversarios fueron celebrados en Canadá y México con cenas de gala simultáneas en Ottawa y la Ciudad de México, vinculadas por video.

En el exclusivo Rideau Club de Ottawa, el gobernador general de Canadá, David Johnston celebró los aniversarios junto al embajador de México, Francisco Suárez, proclamando que el mundo «necesita más México» ante una audiencia que incluía a diplomáticos, empresarios, académicos y el jefe de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, John Baird.

Unas horas antes de la celebración, el embajador mexicano Francisco Suárez ofreció una evaluación más negativa de la situación de las relaciones entre Canadá y México ante una audiencia de estudiantes y académicos en la Universidad de Carleton al señalar que la relación había perdido dinamismo y que en realidad se encontraba estancada.

Según el Embajador mexicano en Ottawa, las relaciones entre Canadá y México se ha convertido en una relación madura, de un vejez digna pero con defectos, limitaciones y crecientes arrugas en el rostro.

Suárez dijo a su audiencia que por lo general trata de hablar lo más diplomáticamente posible en público. Pero él no es el típico diplomático. En una entrevista con The Canadian Press el otoño pasado, el Embajador mexicano en Ottawa dijo que México estaba » enojado» con Canadá por no ser capaz de resolver la cuestión de las visas.

Suárez agregó que a Harper podrían cantarle las cuatro verdades durante su visita México y señaló que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, podría posponer un viaje programado a Ottawa este verano si Canadá no levanta la exigencia de visa a los viajeros mexicanos.

Aunque ambos países están trabajando para encontrar una solución, no hay signos de un inminente avance.

Según Alexis Pavlich, portavoz del ministro de Inmigración, Chris Alexander, «Canadá continúa trabajando con los mexicanos sobre este tema y está monitoreando la situación».

Durante su reciente alocución en la Universidad de Carleton semana pasada, Suárez señaló que a raíz del TLCAN tanto Canadá, como México y Estados Unidos tienen «una agenda inconclusa», porque «no generó crecimiento.»

Suárez destacó que el TLCAN encendió la chispa de 20 años de crecimiento impulsado por las exportaciones, pero «no corrigió la desigualdad entre las regiones, entre el norte y el sur, entre mano de obra calificada y no calificada, entre las grandes empresas frente a las pequeñas y medianas.»

Ese crecimiento, según el diplomático mexicano, se ha concentrado en unos pocos sectores: minería, energía, automóviles y aeronáutica.

Más allá de temas puramente comerciales, el embajador mexicano en Ottawa expresó otra queja de México contra Canadá, una queja que aparece a menudo en los últimos años y es que Canadá toma a México por descontado, que es una relación que siempre va a estar allí.

De acuerdo al embajador mexicano Francisco Suárez, escribe el Globe and Mail, Canadá todavía tiene «una visión nostálgica que mira al mundo en términos anglosajones, en la que tiene los ojos puestos en Gran Bretaña, o en la relación especial con los Estados Unidos. Por tanto, en esa mirada canadiense nostálgica, México no existe.»

El resultado es que Canadá ignora la transformación de México en los últimos 20 años, que incluye la creación de una clase media de 50 millones de personas, más que toda la población de Canadá, dijo Suárez.

También advirtió que Estados Unidos ya no será dependiente de la energía de Canadá por lo que parte de la relación especial entre Ottawa y Washington desaparecerá en unos pocos años».

Categorías: Internacional, Política
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