Clinique Morgentaler de Fredericton

defensores del derecho al aborto manifiestan frente a la Clínica Morgentaler en Fredericton.
Photo Credit: Nicolas Steinbach/Radio-Canada

Clínica de abortos en Fredericton anuncia cierre de sus puertas

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La Clínica de salud reproductiva Morgentaler de Fredericton, que ofrecía servicios de aborto a las mujeres en esa ciudad del Atlántico canadiense, anunció que cerrará de sus puertas a fines de julio.

En Nueva Brunswick, los defensores del derecho de las mujeres a decidir sobre su sexualidad y reproducción han luchado por décadas contra el gobierno de esa provincia exigiendo que cumpla con su obligación de financiar las operaciones de aborto que se llevan a cabo en clínicas privadas.

Nueva Brunswick es una de las dos provincias canadienses que se niega a pagar por los abortos en clínicas privadas. La consecuencia de este cierre es que las mujeres en esa región del Atlántico canadiense tendrán menos opciones.

La Clínica Morgentaler en esa ciudad ha estado en operaciones desde hace veinte años y ha llevado a cabo unos 10.000 abortos. El precio de una operación es de 700 dólares.

Esta institución ha sido una alternativa costosa para las mujeres de Nueva Brunswick que se han chocado con las políticas restrictivas en esa provincia, que sólo paga por los abortos llevados a cabo en los hospitales públicos, para lo cual, además, se necesita la aprobación de dos médicos que tiene que determinar que el aborto es clínicamente necesario. Esto significa que en Nueva Brunswick, una mujer no tiene el derecho de decidir, por si sola, sobre su propio cuerpo.

La Clínica Morgentaler ha estado perdiendo dinero desde hace años. Esto en parte debido a que muchas mujeres no tienen los recursos como para pagar el costo de la operación.

Era el propio doctor Henry Morgentaler, un ardiente defensor del derecho de la mujer al aborto, quien cubrió esos gastos por años, pero él falleció el año pasado. El creciente déficit en esta institución fue lo que llevó a la administradora Simone Leibovitch a decidir el cierre de la clínica.

Las mujeres merecen el derecho igualitario a los cuidados médicos reproductivos, hemos estado repitiendo esto por veinte años. Todo lo que espero es que cuando cerremos nuestras puertas, otras puertas se abran a su turno.

Simone Leibovitch, administradora de la Clínica Morgentaler en Fredericton.

Al saberse la noticia del cierre de la clínica, un grupo de defensores de los derechos de la mujer al aborto se congregó frente a las puertas de la clínica. Y justo al lado se encuentran las oficinas del Grupo Provida, una organización que se opone al aborto, encabezada por Peter Ryan, un hombre profundamente religioso.

Él cree que este cierre de la clínica es un acto teatral para ejercer presión sobre el gobierno conservador de la provincia para que flexibilice las restricciones impuestas al aborto en esa parte del país.

Quienes defienden el derecho al aborto están de acuerdo en que este cierre puede poner una mayor presión sobre las autoridades provinciales. Esto es lo que cree la profesora de la facultad de Derecho de la Universidad de Nueva Brunswick, Jula Hughes.

En Canadá tanto a nivel federal como provincial, ideológicamente los conservadores se oponen al derecho al aborto.

En la provincia de la Isla del Príncipe Eduardo, las mujeres pueden tener sus abortos pagados por el gobierno provincial si esas operaciones son llevadas a cabo en un hospital de Halifax, en la provincia vecina de Nueva Escocia. Pero el 10 % de las mujeres de la Isla del Príncipe Eduardo acuden a la clínica en Fredericton.

Ahora, tanto para ellas como las mujeres de Nueva Brunswick, se levanta un nuevo obstáculo para obtener un procedimiento médico que es completamente legal, accesible y enteramente financiado por el gobierno en la mayoría de las provincias canadienses.

Categorías: Política, Salud, Sociedad
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