La tensión continúa en Israel y en los territorios palestinos después de que Hamas haya decretado un nuevo “día de cólera”. La tumba de Joseph, un sitio venerado por los judíos en Nablus, ciudad palestina del norte de Cisjordania, en el Estado de Palestina, fue incendiado y un soldado israelí fue herido con un arma blanca por un palestino cerca de Hebrón.
Según el Ejército, cientos de personas se reunieron delante de la Tumba de Joseph al amanecer y lanzaron cocteles Molotof sobre el edificio que fue bastante dañado antes de que las fuerzas palestinas de seguridad pudieran detener esta acción.
“El incendio sobre la Tumba de Joseph demuestra con fuerza lo que le sucedería a los lugares sagrados de Jerusalén si estos estuvieran en manos de los líderes palestinos”, comentó un alto responsable del ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Dore Gold.
“Condenamos firmemente todo ataque contra los lugares sagrados”, dijo por su parte el Ejército en un comunicado. “Encontraremos y arrestaremos a los que incendiaron el lugar”.
El presidente palestino Mahmoud Abbas condenó el ataque. Él ordenó que el sitio de la Tumba de Joseph sea restaurado y anunció la apertura de una investigación. Una declaración de su oficina indicó “que él condena estos gestos y todos los gestos que violan la ley y el orden y desnaturalizan nuestra cultura, nuestra moral y nuestra religión”.
Algunas horas más tarde, un palestino apuñaló e hirió gravemente a un soldado este viernes cerca de la colonia Kiryat Arba, no muy lejos de Hebrón, en la Cisjordania ocupada. Otros soldados israelíes dispararon sobre este individuo rápidamente dándole la muerte.
Según el Ejército, el atacante estaba disfrazado de fotógrafo de prensa “lo cual le permitió acercarse a los soldados”. El ataque se produjo cerca de un sitio donde se llevaba a cabo una manifestación de palestinos organizada a la salida de una mezquita.
Esta agresión se suma a otras veinte llevadas a cabo por palestinos contra israelíes en las últimas dos semanas. Estas violencias, que hacen temer una nueva intifada, afectan esencialmente a Cisjordania y Jerusalén Este, la parte palestina de Jerusalén anexada y ocupada por Israel. Estas acciones provocaron la muerte de 34 personas, entre ellas varios autores de atentados, y centenas de heridos del lado palestino contra siete muertos y decenas de heridos del lado israelí.
Toda esta tensión fue esencialmente engendrada por un litigio sobre el acceso al sitio que los palestinos llaman la Explanada de las Mezquitas pero que los israelíes llaman el Monte del Templo.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe reunirse este viernes para abordar la situación. Ninguna resolución está prevista, pero se espera la publicación de una declaración haciendo un llamado a una tregua por ambas partes.
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