Los militantes del Partido Conservador de Canadá (PCC) participarán, en Vancouver, en el primer congreso después del fracaso en las elecciones presidenciales de octubre 2015. Por primera vez en 10 años, el evento se realiza en un contexto donde el partido no está en el poder.
Durante las pasadas elecciones, los conservadores perdieron terreno sobre todo en las zonas rurales de la provincia canadiense de Quebec, al centro y en el Este de la provincia. Los conservadores solo mantuvieron un puñado de puestos en la periferia de Toronto, sin embargo, no obtuvieron puesto alguno en la cabecera provincial de la provincia de Ontario y están completamente ausentes en las provincias del Atlántico y el centro de Vancouver.
Unos 3000 militantes y organizadores llegaron a Vancouver con la idea de que tienen que reconstruir su partido, pero para ello tienen que entender el fracaso y aprender de sus errores.
Es por eso que en parte lo que sucederá este fin de semana tendrá que ver con un ajuste de cuentas, aunque no necesariamente una búsqueda de chivo expiatorio.
La despedida de Stephen Harper
La noche de despedida de Stephen Harper, el único líder que ha tenido el partido desde la fusión de los progresistas conservadores y los reformistas, se desarrolló en un ambiente jovial.
Harper, quien no había aparecido en público desde su derrota, tomó más de 10 minutos para expresar su gratitud a los militantes, a quienes trabajan en las sombras y a su familia. Su discurso no profundizó en el balance de su mandato, ni en sus arrepentimientos, sino en las fuerzas del Partido Conservador. El ex primer ministro canadiense envió un mensaje especial a la sección quebequense del partido: “Podemos estar particularmente orgullosos de los pasos agigantados que el partido hizo en Quebec. Es algo de lo que estoy particularmente orgulloso”.
“No recuerdo la última vez que el Partido Conservador logró hacer elegir tantos diputados en Quebec estando en la oposición. Nuestro partidos tiene a partir de ahora una base sólida en el mismo corazón de la gran nación quebequense”. Stephen Harper, ex primer ministro de Canadá.
El Congreso
Desde la primera reunión, los delegados estudiarán las 24 páginas de los cambios propuestos en la constitución del partido y, según ciertas proposiciones, los cambios comenzarán por restringir los poderes del jefe del partido.
En 2013, Harper había nombrado Dimitri Soudas, su ex director de comunicaciones, quien después había tratado de manipular la investidura de su cónyuge, Eve Adams. Los dos abandonaron, luego, el partido en medio de un escándalo.
Se propondrá, además, que la dirección del partido sea electa cada dos años, no únicamente después de las elecciones.
Balance electoral
Los congresos que suceden a derrotas electorales, como éste, son frecuentemente oportunidades para que los voluntarios de campaña y los militantes que han trabajado muy fuerte transmitan sus quejas. Éstos tratarán de entender por qué fue necesario hacer una campaña tan larga o por qué el sistema tan sofisticado de colecta de fondos que tienen no dio los resultados esperados. Ese sistema cuesta nueve millones de dólares, sin embargo, ciertas críticas dejan entender que el partido no utiliza correctamente la información y que los electores que forman parte de esta base de datos no se sienten ligados al partido. Encontrar una explicación a la derrota de las pasadas elecciones es uno de los temas más escuchados en los pasillos.
Para Chris Alexander, ministro que fue derrotado en la circunscripción Ajax, en Ontario, es aún necesario entender lo que sucedió en octubre. “Encuentro que entre mis colegas de la familia conservadora, algunos se mienten a sí mismos diciendo: “sí, sí… la derrota… Esas eran voces anti Harper. No tendremos este problema la próxima vez”. Alexander agrega: No, necesitamos un análisis más profundo. Renovarse es siempre un desafío de la política”.
Para reconstruirse el partido deberá volver a atraer a los electores urbanos y de los suburbios y deberá reconquistar el voto étnico.
“Es necesario cambiar, renovarse. Necesitamos articular nuevamente una visión del futuro de Canadá y es necesario dirigirse eficazmente a los habitantes de zonas urbanas que están en aumento. Nos olvidamos de los habitantes de las ciudades como Montreal, Toronto, Vancouver, Winnipeg y otras.” Chris Alexander, ex diputado conservador.
Esta noche, el ex dirigente de la Alianza Canadiense, Stockwell Day, y el actual jefe del Partido Conservador de la provincia de Ontario, Patrick Brown, guiarán un debate sobre la necesidad de presentar un partido más cercano a las preocupaciones medioambientales.
Son varios los que están convencidos de que el partido debe presentar una imagen más abierta e inclusiva. La palabra de moda en Vancouver es “modernización” del partido. Otros de los temas que serán discutidos serán la responsabilidad fiscal de los gobiernos y la posición contra la eutanasia.
Un nuevo líder
En un año, el próximo 27 de mayo, los militantes escogerán un nuevo jefe o nueva jefa.
Los candidatos declarados o potenciales tendrán la oportunidad de hacer valer sus ideas y de seducir a los militantes al comienzo de esta noche del viernes, pero también durante las actividades sociales cuya importancia se iguala a la de las sesiones plenarias.
Las visiones políticas son múltiples: del libertarismo de Maxim Bernier, al conservadurismo (estilo Stephen Harper) de Kellie Leitch, pasando por el modernismo de Michael Chong. A esto se puede agregar el conservadurismo del “sentido común” (estilo Mike Harris) de Tony Clement; el progresismo más centrista de Peter MacKay; la prudencia fiscal de Bernard Lord, quien explora seriamente la posibilidad de presentarse, según informaciones de Radio-Canadá; y el conservadurismo social de Jason Kenney quien afirma que tomará la decisión de proponer su candidatura para agosto.
No podemos olvidar las posibles candidaturas de Michelle Rempel y de Lisa Raitt, así como la candidatura de la juventud encarnada en Caroline Mulroney Lapham, hija del ex primer ministro canadiense Brian Mulroney.
El reemplazante de Stephen Harper heredará un partido en forma, la oposición oficial obtuvo un 32% de los votos y 99 puestos en las elecciones de octubre. El partido tiene un buen estado financiero, puesto que siempre es el partido que tiene mayor número de donantes y los mejores balances trimestrales.
Radio Canadá Internacional con informaciones de la periodista Manon Globensky de Radio-Canadá.
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