Austria decidirá el domingo si adopta un presidente de un partido de extrema derecha, cuya elección, sin precedente en la UE, marcaría un nuevo triunfo para el campo populista después de seis meses de Brexit y un mes de la elección de Donald Trump.
El país está a punto de completar una interminable secuencia electoral y el escrutinio nunca ha parecido tan indeciso entre Norbert Hofer, el candidato del Partido de la Libertad (FPÖ) en una línea euroescéptica y anti-inmigración, y Alexander Van der Bellen, ecologista liberal que se presenta como independiente.
Los dos finalistas han visto interferir en su país el shock de Brexit en junio y la elección de Donald Trump en los EE.UU. en noviembre.
Una victoria de Norbert Hofer «sería un punto de inflexión para Austria y la Unión Europea, dinamizando los partidos populistas de derecha y de izquierda,» dijo Charles Lichefield del grupo de reflexión Eurasia, a un año de elecciones en 2017 de alto riesgo en Francia, los Países Bajos y Alemania.
Esa victoria «sería interpretada inmediatamente como un revés para el gobierno de Austria, para la política de acogida de refugiados de Ángela Merkel y para Bruselas», agregó.
Pero el jefe de Estado de Austria tiene poderes limitados y no participa en la gestión diaria, dijo el analista, y señaló que el verdadero reto para el FPÖ, es hacer de la elección presidencial un trampolín a la Cancillería, corazón del poder ejecutivo.
Centrados antes del verano en la integración de más de 100 000 migrantes llegados a Austria desde principios de 2015, los debates han dado lugar recientemente a cuestiones de política exterior.
AFP
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.