El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (Foto: CBC)

Canadá debe hacer frente a los insensatos planes de Donald Trump para los Grandes Lagos

Un reciente editorial del periódico canadiense Toronto Star señala que el presidente Trump está dispuesto a poner en grave riesgo una de las mayores reservas de agua dulce en el planeta: se trata de los Grandes Lagos, que son una serie de cinco lagos interconectados que se encuentran entre Canadá y Estados Unidos.

Estos lagos son el lago Superior, el mayor lago continental del mundo, el lago Míchigan que es el más grande enteramente dentro de un país, el lago Hurón, el lago Erie y el lago Ontario. Juntos cubren un total de 244.160 km², una superficie similar a la del Reino Unido, irrigando una superficie de 521.830 km², y contienen el 21 % del agua dulce del mundo.

Conocido por no renunciar a sus ideas, por muy aberrantes que estas sean, Donald Trump está proponiendo de nuevo destruir las protecciones legales de los Grandes Lagos, amenazando así el medio ambiente, el agua potable y muchos puestos de trabajo en Estados Unidos y Canadá.

El área azul en este mapa muestra los ríos, afluentes y cuencas en riesgo en caso de que la carpa asiática, una especie invasiva, se establezca en los Grandes Lagos. (Foto: Departamento de Pesca y Océanos Canadá)

Los responsables de políticas de ambos lados de la frontera deben levantarse de nuevo, como lo hicieron el año pasado, y condenar los intentos de Trump de quitarle protección a los Grandes Lagos porque son planes de una insensatez indignante. Esos intentos fueron sofocados una vez, y pueden ser eliminados de nuevo, dice el Toronto Star.

El año pasado, Trump buscó reducir el financiamiento para la Iniciativa de Restauración de los Grandes Lagos, un programa establecido por el presidente Obama, reduciéndolo de 300 millones de dólares por año a cerca de 10 millones.

Alcaldes, gobernadores y primeros ministros; investigadores y defensores en los Estados y provincias limítrofes con los Grandes Lagos y de otras regiones, advirtieron que el plan de Trump era una idea muy mala. Ellos destacaron que estos lagos, contaminados y afectados por algas tóxicas y especies invasoras, se encuentran en peligro.

El camarón rojo es nativo de la región del Mar Caspio en Europa Oriental, pero fue detectado en el lago Superior en julio. (Foto: Doug Jensen/Minnesota Sea Grant)

Después de todo, los Grandes Lagos constituyen una de las mayores fuentes de agua dulce del mundo, brindando agua potable a unos 40 millones de personas en Estados Unidos y Canadá.

Estos Grandes Lagos proporcionan cientos de miles de empleos y son el hábitat para una extraordinaria diversidad de especies animales. Desempeñan un rol importante en muchas comunidades y de ellos también depende la salud general de esta región del planeta.

El Congreso estadounidense, poseído por un raro momento de cordura, o quizás por temor a las consecuencias políticas, bloqueó el corte propuesto por el bombástico presidente estadounidense. Pese a ese rechazo, Trump decidió insistir con su absurda idea, proponiendo un recorte casi tan profundo en el presupuesto de este año, publicado a principios de esta semana.

El presidente estadounidense, Donald Trump, quiere destruir las protecciones legales de los Grandes Lagos, amenazando así el medio ambiente, el agua potable y muchos puestos de trabajo en Estados Unidos y Canadá. (Foto: CBC / Fifth State)

Ese recorte propuesto por Trump hace parte de un intento más grande de destripar a la Agencia de Protección Ambiental, a la que Trump ha llamado a menudo «asesina de empleos», por ser supuestamente poco amigable con las industrias contaminantes del medio ambiente.

Lo que sí sería un verdadero asesino de puestos de trabajo sería la destrucción de una de las industrias pesqueras de agua dulce más importantes del mundo. Esto sería el resultado inevitable si los Grandes Lagos son desprotegidos de contaminantes, algas y carpas asiáticas invasoras.

Se estima que estos lagos son vitales para el turismo local, la agricultura y las industrias hidroeléctricas. Estos lagos sostienen cerca de 1.5 millones de empleos sólo en Estados Unidos.

El lago Ontario, que bordea la ciudad de Toronto, la más populosa en Canadá. (Foto: Nathan Denette/Canadian Press)

En Canadá, la importancia de los Grandes Lagos es inmensa. Proporcionan agua potable a una cuarta parte de la población canadiense y su cuenca alberga una cuarta parte de nuestra producción agrícola. Estos lagos han desempeñado un papel central en nuestra historia cultural y económica y son considerados sagrados por los pueblos indígenas.

El primer ministro y los primeros ministros de las provincias de Ontario y Quebec han prometido, en varias ocasiones, proteger los Grandes Lagos. Pero claramente no pueden hacerlo solos. Este intento de asalto de parte del ocupante de la Casa Blanca contra nuestro medioambiente compartido requiere una respuesta.

Nadie cree que ese presupuesto de Trump será aprobado tal como fue presentado, sobre todo debido a la pobre lista de logros legislativos del presidente. Sin embargo, los defensores de los lagos, incluyendo a los canadienses, no deben consolarse creyendo que la propuesta de Trump fracasará. Ellos deben volver a la carga, insistiendo ante los miembros del Congreso estadounidense lo miope y peligrosa que es la propuesta de Trump, e instarlos a no ceder a la locura de semejante propuesta, dice finalmente el editorial del periódico canadiense Toronto Star.

Escuche
Categorías: Internacional, Medioambiente y vida animal
Etiquetas: , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.