(Getty Images / Donald Weber)

Rusia critica a Canadá por la legalización del cannabis

Moscú está explotando el tema de la legalización del cannabis como un pretexto para criticar a Ottawa y, de paso, tratar de sembrar las disputas entre Canadá y sus aliados del G7.

La embajada rusa en Canadá consagró recientemente unas líneas sobre el tema, transmitiendo en su cuenta de Twitter mensajes oficiales del ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia así como de la embajada rusa en el Reino Unido, entre otros.

Uno de estos tweets, publicado el lunes por el gobierno de Rusia, critica al gobierno canadiense por «elegir deliberadamente violar sus obligaciones legales internacionales» mediante la legalización del cannabis.

Canadá violará tres tratados internacionales de los cuales es signatario cuando entre en vigor la legalización.

Ante esta situación, la diplomacia rusa dice que espera que los países del G7 condenen la decisión canadiense. Porque esta alianza, argumenta el Kremlin, ha declarado repetidamente que adhiere al «dominio del derecho internacional sobre las relaciones entre los Estados».

Y la «liberalización de la droga» por parte de las autoridades canadienses representará un serio obstáculo «para lograr el objetivo estratégico establecido por la comunidad mundial: construir una sociedad libre de drogas», dice la declaración del ministerio ruso de Asuntos Exteriores.

Chrystia Freeland, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá

La embajada rusa en Canadá también utilizó municiones adicionales provistas por un organismo internacional responsable de monitorear la implementación por parte de los gobiernos  de los tratados internacionales en materia de control de drogas.

En su cuenta de Twitter, la misión diplomática rusa en Canadá transmitió el martes por la tarde una declaración de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE). La organización «observa con gran preocupación» la aprobación del proyecto de ley sobre la legalización del cannabis.

Rusia fue expulsada del club de las potencias mundiales en 2014 debido a la anexión ilegal de Crimea. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había creado consternación antes de la cumbre del G7 en La Malbaie, Quebec,  a principios de junio, al proponer el regreso de Rusia al G7.

Por otra parte,  llamó la atención de la Embajada de Canadá en Rusia, el miércoles, el  anuncio de una cumbre entre el inquilino de la Casa Blanca y el hombre fuerte de Moscú.

Los tratados que violará Ottawa son la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, el Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971 y la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988.

La canciller canadiense, Chrystia Freeland, que tiene una relación glacial con Moscú, confirmó en mayo que Ottawa no se retiraría de ellos.

Retirarse sería «perjudicial» porque estos tratados enmarcan «la circulación de más de un centenar de drogas y sustancias, incluidas varias que juegan un papel en la actual crisis de opiáceos en América del Norte», había declarado Freeland en el comité del Senado.

La prensa canadiense/Radio Canadá

Categorías: Internacional, Política
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