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China quiere más hijos pero los padres se niegan a seguir el modelo

El gobierno chino analiza la posibilidad de abandonar por completo su política restrictiva de control de natalidad, que lleva casi 40 años en vigencia. Este cambio se debe a la preocupación del gobierno local por el envejecimiento de la población. El proyecto legislativo, informado por la prensa oficial el lunes último plantea la posibilidad de poner fin al control de la natalidad que imponía restricciones al número de bebés que los habitantes chinos podían procrear.

Esta controvertida ley de “solo un niño” o “política de hijo único”, impuesta en el país más poblado del mundo en el año 1979, establecida en zonas urbanas en China como estrategia para el control de la natalidad y de esta manera reducir la superpoblación, podría ver su fin si este proyecto legislativo es finalmente aceptado.

Grupo de abualos chinos en el parque Zhong Shan en Shanghai, practicando Tai Chi. Foto/ iStockPhoto.com

El gobierno chino había introducido esta política para tratar de aliviar los problemas sociales y ambientales en el país, a veces de manera muy agresiva aplicando duros correctivos con la práctica de abortos forzados, multas y esterilizaciones. No obstante, según investigaciones del banco de China, cerca del 75% de la población apoya esta particular legislación.

En el 2016, China había permitido que todas las parejas tuvieran dos hijos, en un intento de aumentar y rejuvenecer su población, que alberga la quinta parte de la población mundial.

En octubre del año 2015, China había aumentado el límite a dos hijos por pareja. Para tener un segundo hijo, las parejas debían seguir un proceso de solicitud simplificado. Sin embargo, las mujeres chinas están retrasando cada vez más la edad a la que procrean por primera vez, sumándose a la tendencia global de los países desarrollados donde la mujer se centra primero en su desarrollo profesional antes de pensar en tener hijos. Según los especialistas, existen otros factores que ayudan a frenar los deseos de maternidad, entre ellos, los costos mucho más altos de la educación un China en comparación con sus pares de Occidente y el miedo a la estigmatización social y sobre todo en el ambiente laboral.

Liu Hongyan, experto del centro de Investigación sobre Población y Desarrollo asegura que “la cancelación de la política de planificación familiar significa que ahora las parejas pueden decidir por sí mismas cuántos hijos desean tener” y felicita esta decisión que considera un “derecho humano a la reproducción”.

Fuentes de la nueva agencia oficial China de información justificaron el nuevo proyecto por “cambios en la situación demográfica.

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Contexto de la decisión

El número de chinos en edad productiva laboral se redujo en las estadísticas del año pasado con un descenso de 5.5 millones de personas, caída que comenzó a hacerse notar en el año 2012.

Los economistas indican que de seguir esta tendencia el riesgo es que China “envejezca antes de enriquecerse y que hay muy pocos trabajadores para pagar las pensiones de una población que envejece.

En el 2017, Hong Kong ocupaba el lugar número 13 en el ranking de los 25 países con la población más envejecida del mundo, tendencia que sigue creciendo gracias a la ley de un sólo hijo (dos, a partir del 2016) y la problemática de los países desarrollados que ponen el desarrollo profesional antes que la procreación. Canadá ocupa el lugar 25 en este particular ranking.

Fuente: De una noticia de ici.Radio-Canada y AGENCE FRANCE-PRESSE

Categorías: Internacional, Sociedad
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