Los ojos y tímpanos se mueven en sincronía. (Jessi Cruger y David Murphy / Duke University)

Sus ojos y sus tímpanos  “miran” al mismo tiempo y en la misma dirección

Es posible que los ojos le digan a los oídos dónde escuchar. Pero también es posible que esto afecte a toda la escena auditiva que el cerebro está uniendo con la información visual de nuestros ojos.

-Dra. Jennifer Groh

Imagínese que está sentado, con la cabeza inmóvil y moviendo solamente los ojos. Aunque sienta que ninguna otra parte de su cabeza se mueve, un nuevo estudio sugiere que dondequiera que vayan sus ojos, le seguirán sus tímpanos.

El estudio fue liderado por la Dra. Jennifer Groh, profesora en los departamentos de neurobiología y de psicología y neurociencia en la Universidad de Duke en Durham, N.C.

Esta investigación es la continuidad de otras, le señala Groh a CBC, el radiodifusor canadiense. Ya habían realizado experimentos para medir señales en el cerebro.

“Y sabíamos por esos experimentos que los movimientos oculares pueden afectar las señales en las áreas auditivas del cerebro. Eso nos motivó a preguntar: ‘¿Dónde está situado el punto en el proceso de audición que hace que los movimientos oculares afectan lo que está pasando? Se preguntó Groh en una conversación con CBC.

Groh y sus colegas colocaron unos micrófonos especiales en los oídos para hacer un seguimiento del movimiento de los tímpanos. La mitad de los ejercicios fueron realizados en silencio; y la segunda mitad, estuvieron acompañados de estímulos externos en forma de chasquidos que se emitieron una vez antes y durante el movimiento, y dos veces después del movimiento de los ojos.

El ejercicio permitió descubrir que la membrana del tímpano se mueve en tándem con los ojos aún en ausencia de sonido. Su movimiento presenta una oscilación que empieza 10 milisegundos antes del movimiento sacádico,(rápido) continuando hasta un tiempo después del enfoque de la mirada en el objeto. En todos los casos, estas oscilaciones giraban el tímpano hacia un lado opuesto al movimiento de los ojos. Así, cuando el ojo se movía a la derecha, el tímpano se movía a la izquierda, y viceversa.

«Lo que los micrófonos están captando es cualquier tipo de sonido que se genera desde dentro del oído», dice Groh.

El cerebro hace que los tímpanos se muevan al tirar y empujar los huesos en el oído medio, y esto hace un ruido que los micrófonos pueden detectar. Con la información del micrófono en el oído y el rastreador ocular, pueden determinar cómo se mueven los oídos en relación con los ojos.

Los movimientos oculares pueden afectar las señales en las áreas auditivas del cerebro. (Pixabay)

El descubrimiento

«Descubrimos que los movimientos oculares estaban acompañados por pequeños sonidos que hacían los tímpanos. Había una pequeña vibración en el tímpano. La cantidad de vibración dependía de qué tan grande fuera el movimiento del ojo», dice Groh. «Y la dirección del movimiento del tímpano varió con la dirección del movimiento del ojo».

Ella dice que es posible que los ojos le digan a los oídos dónde escuchar. Pero también dice que es posible que esto afecte a toda la escena auditiva que el cerebro está uniendo con la información visual de nuestros ojos.

La promesa de mejor audífono

Uno de los desafíos para las personas con problemas de audición y que requieren un audífono es que éstos a menudo amplifican todos los sonidos, lo que dificulta la concentración en lo que realmente quieren escuchar.

Los investigadores liderados por Groh esperan que los resultados obtenidos permitan mejorar los aparatos de audición de modo tal que estos discriminen los sonidos en favor de aquellos que se ubican en la dirección de la mirada.

Groh dice: «Lo que estas personas realmente necesitan es amplificar el sonido de manera selectiva para las cosas a las que están prestando atención. Es difícil para un dispositivo mecánico hacerlo porque no tiene estos mecanismos que el cerebro utiliza para adaptar su input. Por lo tanto, creo que si algún sensor de movimiento del ojo, algún seguimiento del ojo, pudiera incorporarse a los audífonos y utilizarse para amplificar sonidos provenientes de direcciones particulares, sería una innovación útil».

Jennifer Groh es autora de Making Space, Cómo el cerebro sabe dónde están las cosas. En tanto que experta en el tema, fue entrevistada varias veces por el radiodifusor público CBC.

Categorías: Salud, Sociedad
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