El futuro ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, durante un foro nacional para combatir la corrupción, el 23 de noviembre 2018 en Río de Janeiro. (CARL DE SOUZA/AFP/Getty Images)

El caso de Luiz Inacio Lula da Silva llevado nuevamente ante la Corte Suprema de Brasil

La Corte Suprema de Brasil debe pronunciarse este martes sobre un nuevo pedido de liberación del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, encarcelado desde el mes de abril por corrupción. Un pedido que tiene pocas posibilidades de éxito, como todos los precedentes.

El ex presidente brasileño, de 73 años de edad, que purga una pena de 12 años y un mes de cárcel en Curitiba, sur de Brasil, por corrupción pasiva y lavado de dinero, sigue clamando su inocencia. Cinco de los 11 jueces de la Corte Suprema se deben pronunciar este martes.

En su nuevo pedido de “Habeas Corpus”, sus abogados argumentan esta vez que el juez Sergio Moro, que lo condenó en primera instancia, actuó animado por razones políticas.

Jose Roberto Batochio, abogado del encarcelado ex presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva. (HEULER ANDREY/AFP/Getty Images)

Según ellos, el hecho que el magistrado haya aceptado a principios de noviembre la invitación del presidente Jair Bolsonaro de ser su ministro de Justicia, pone en duda su imparcialidad.

Los abogados defensores de Lula da Silva consideran que el juez Moro lo condenó para impedir su reelección y acceder así al cargo de ministro en el futuro gobierno Bolsonaro.

La semana pasada, la Procuradora general de la República, Raquel Dodge, se había pronunciado en contra de este pedido, considerando los argumentos como “infundados”. La condena fue pronunciada el julio de 2017, cuando la elección de Bolsonaro era todavía considerada como altamente improbable.

Partidarios de Lula da Silva, muestran su solidaridad con el ex presidente frente a la Corte federal en Curitiba, Brasil, el 14 de noviembre 2018. (HEULER ANDREY/AFP/Getty Images)

“Cuando se pronunció su sentencia, Sergio Moro no habría podido imaginarse que un año más tarde sería invitado a ocupar el cargo de ministro de Justicia por el presidente electo”, afirma Raquel Dodge.

El candidato Bolsonaro surfeó sobre la exasperación de los brasileños frente a los escándalos de corrupción, acusando al Partido de los Trabajadores, PT, de Lula, en el poder de 2002 a 2016, de todos los males de Brasil, incluyendo la violencia y la crisis económica.  En un discurso, una semana antes de su elección, Jair Bolsonaro dijo que esperaba que Lula “se pudriera en la cárcel”.

RCI/AFP

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