(Foto: © Ministerio de Recursos Naturales de Canadá)
En la isla Pelly, situada en el mar de Beaufort, frente a los Territorios del Noroeste, los efectos son muy evidentes. La isla se erosiona a un ritmo 20 a 30 veces más rápido que en otros lugares. El ministerio de Recursos Naturales de Canadá estima que este pedazo de tierra deshabitada podría desaparecer en 50 años.
La erosión costera en el Ártico y los humanos
En otros lugares cercanos a la isla Pelly, como la aldea de Tuktoyuktuk donde vive una comunidad inuit nativa, en los últimos 10 a 15 años, los cambios causados por la erosión han afectado el suministro de alimentos.
Los inuits de la región han notado que las poblaciones de peces arenques han disminuido. Es posible que los sedimentos erosionados hayan cubierto las zonas de desove de este pez. Según el profesor Whalen, es demasiado pronto para establecer un vínculo claro entre la erosión y la pérdida de arenques, pero vale la pena investigar esta hipótesis. Sin embargo, los investigadores del ministerio de Recursos Naturales de Canadá se interesan mucho en las observaciones directas de las poblaciones inuit ya que contribuyen al conocimiento tradicional y científico también.
La erosión costera en el Ártico y los animales
Este tipo de erosión altera el lecho marino. Los sedimentos erosionados por el acantilado se asientan en el fondo marino y después se distribuyen en todos los extractos de agua desde el lecho hasta la superficie. Esta mezcla de substancias puede dañar drásticamente la composición química del agua.
Y al cambiar la química, se modifican también las cadenas alimenticias de los organismos marinos, incluidos los peces que sirven de alimento a las poblaciones de la región, las ballenas beluga y las morsas árticas.
El cambio climático no sólo amenaza el Ártico
Hay lugares más al sur como la Península de Gaspé, en Quebec, o la provincia de la Isla del Príncipe Eduardo, donde se están viviendo los graves efectos de la elevación del nivel del mar, combinada con una grave erosión costera. La ciudad de Lennox, en la Isla del Príncipe Eduardo, es una comunidad que pronto será considerada como la primera en expulsar a refugiados climáticos canadienses.
En Lennox: ¿los primeros refugiados climáticos canadienses?
Siendo un territorio donde habitan 450 personas de la nación indígena Mi'kmaq, la isla de Lennox está sufriendo el impacto total del calentamiento global. El aumento del nivel del agua marina, las tormentas destructivas, la erosión costera, sont todos impactos extremos que preocupan a los científicos y habitantes. La desaparición prevista de la isla se está convirtiendo en una realidad cada vez más tangible para los habitantes de la zona.
Los fenómenos climáticos violentos en la isla al oeste de la Isla del Príncipe Eduardo han tenido un impacto en las poblaciones locales hasta el punto de poner en peligro sus vidas. Lennox ya ha cedido más de 5.000 metros cuadrados de su territorio al Océano Atlántico. Peor aún, para el año 2050, se espera que el 50% de su superficie desaparezca en el agua.
¿Qué pasará con sus habitantes entonces?
A medio plazo, los expertos coinciden en que todos los canadienses se verán cada vez más afectados por el cambio climático. Dependiendo de la región, se espera que el país experimente tormentas más severas y olas de calor más frecuentes.
"Hay efectos en la salud humana. Por ejemplo, la gente muere de calor durante los períodos de calor. La contaminación pone en riesgo a los ancianos o a aquellos con problemas de asma. Todo va de la mano, si la temperatura sube es por los gases de efecto invernadero (GEI), que a su vez son contaminantes." - Pascal Yiacouvakis, meteorólogo
Durante décadas nuestra Tierra ha estado bajo una gran presión climática. El derretimiento del hielo, las numerosas sequías, el aumento del nivel del mar, son algunos ejemplos. Entre 1950 y 2010, las emisiones de gases a efecto invernadero (GEI) aumentaron las temperaturas medias en Canadá en 1,5 grados centígrados. Los estudios también muestran una aceleración del calentamiento global. Debido a su posición nórdica, el país está experimentando un fuerte crecimiento en este sentido, el doble que la media mundial.
En esta imagen se pueden ver las variaciones de temperatura entre 1880 y 2006. Se cree que desde ese último año las variaciones han sido aún más importantes.
Fuente: ©Ministerio de Recursos Humanos de Canadá
"Ha habido un aumento de los eventos extremos en varias regiones del país. Cuando llueve, llueve más intensamente. Las inundaciones también son más frecuentes. Por otro lado, la sequía es más intensa y causa episodios de incendios forestales. Sólo tenemos que pensar en los grandes incendios que tuvieron lugar en Fort McMurray, Alberta." - Pascal Yiacouvakis, meteorólogo
Un incendio forestal arde cuando los evacuados que quedaron varados al norte de Fort McMurray, Alberta, Canadá, se dirigen al sur de Fort McMurray en la carretera 63, el 6 de mayo de 2016. ©REUTERS/Chris Wattie/File Photo
©Google Maps
La relación causa-efecto de Fort McMurray
El masivo incendio forestal que asoló la región petrolera de Fort McMurray en Alberta en 2016, obligando a la evacuación de más de 100.000 personas, es una de las trágicas consecuencias del cambio climático en Canadá. Esto es lo que piensan muchos científicos.
Aunque no está claro si el incendio se originó por causas humanas o naturales, varios factores contribuyeron al desastre, incluyendo temperaturas récord (30 grados centígrados en lugar de un promedio de 17 grados centígrados para esa época del año) y vientos fuertes (por encima de 40 km/h), combinados con un período de intensa sequía debido a El Niño, un fenómeno cíclico cada vez más extremo.
El "megafuego" de Fort McMurray es uno de los peores eventos naturales de gran envergadura en la historia del país después de la tormenta de hielo de 1998 en Quebec. El aumento de este tipo de eventos fue observado y analizado en un estudio publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y confirmado por la Academia Nacional de Ciencias. Las estaciones más cálidas y secas hacen que el norte de Canadá sea vulnerable a la deforestación y a los incendios.
A nivel mundial
El número de desastres naturales está aumentando en todo el planeta. En un informe publicado por el Banco Mundial, los fenómenos meteorológicos extremos que cuestan 520.000 millones de dólares anuales han sumido en la pobreza a más de 26 millones de personas. También en este caso, las catástrofes climáticas parecen ir en aumento. Sólo en 2017, Montreal y Toronto sufrieron inundaciones sin precedentes, mientras que Colombia Británica sufrió la peor temporada de incendios forestales de su historia.
De costa a costa del país los impactos son múltiples. El aumento de las temperaturas acelera la contaminación del aire y precipita el derretimiento del hielo. Una pérdida total de hielo marino en verano y una contracción continua de la capa de hielo son ya una realidad. Debido al derretimiento del hielo ártico, el Paso del Noroeste (ver foto abajo) es ahora accesible a los barcos de carga de todo el mundo. Esto ha empujado a Canadá a afirmar su soberanía en esta área codiciada por otros países. La vía marítima que une el Atlántico Norte con el Pacífico Norte es una cuestión territorial importante para este país.
En rojo se ven todas las nuevas rutas marítimas que se crearon cuando el hielo, que anteriormente se mantenía congelado permanentemente, comenzó a derretirse en lo que se conoce hoy como el Paso del Noroeste. ©NASA/Wikimedia Commons.
Pero más allá de las cuestiones geoestratégicas, el Ártico y el norte de Canadá se enfrentan a la grave amenaza de la desaparición gradual del permafrost. Cabe recordar que el suelo congelado de las regiones árticas contiene la mayor reserva de gases de efecto invernadero. Además de debilitar la estabilidad de los hogares, un deshielo total del permafrost, que nunca tiene sentido, sería un desastre para nuestro medio ambiente.
"El clima del Ártico está cambiando y esta metamorfosis tiene profundas consecuencias para los pueblos, recursos y ecosistemas del mundo" - advirtió un informe internacional en 2017 titulado SWIPA (Snow, Water, Ice, and Permafrost in the Arctic), resultado de la colaboración de más de 90 científicos de todo el mundo.
La contaminación producida en Canadá
Canadá tiene alrededor del 0,5% de la población mundial, pero produce casi el 2% del total de las emisiones mundiales de GEI. El gobierno federal ha implementado programas de reducción de GEI además de iniciativas regulatorias (ecoENERGY, ecoTRANSPORT, etc.) que alientan a las empresas y a los ciudadanos a centrarse en fuentes de energía limpia como la electricidad.
Para Steven Guilbeault, ex-director y co-fundador del organismo medioambiental Équiterre, los esfuerzos políticos no son suficientes.
"Canadá está empezando a tomar en serio la cuestión de la adaptación al cambio climático porque ya hemos entrado en la era del cambio climático. No nos queda más remedio que adaptarnos, pero aunque hayamos empezado a hacerlo, sigue siendo demasiado poco.", dijo el activista ecológico en entrevista con RCI.
En virtud del Acuerdo de París sobre el Clima firmado en 2015, Canadá debe limitar el calentamiento global por debajo del umbral crítico de 2 grados centígrados. Sin embargo, los datos publicados en abril de 2018 indican que Canadá debe aumentar el ritmo de reducción de los gases de efecto invernadero si quiere cumplir con sus obligaciones.
From forest fires in British Columbia to heatwaves in Ontario and Quebec, to floods in New Brunswick, Canadians know there’s a real cost to climate change. If we do not take action now, the cost is only going to grow — so let's work together and get to it. pic.twitter.com/ynvIz2hVOu
— Catherine McKenna (@cathmckenna) 19 octobre 2018
"Desde los incendios forestales en Colombia Británica hasta las olas de calor en Ontario y Quebec, pasando por las inundaciones en Nueva Brunswick, los canadienses saben que el cambio climático tiene un costo real. Si no tomamos medidas ahora, el costo sólo va a aumentar - así que trabajemos juntos y hagámoslo." - Catherine McKenna (@cathmckenna) 19 octubre 2018
"Para proteger a las poblaciones vulnerables al cambio climático, Canadá debe poner en marcha una política de emergencia", advirtió otro grupo consultivo de expertos a nivel federal, que publicó un informe el 26 de junio de 2018, titulado "Midiendo el progreso en la adaptación al cambio climático y la resiliencia". »
El rompehielos de la Guardia Costera canadiense Louis S. St-Laurent se abre paso a través del hielo de la Bahía de Baffin el 10 de julio de 2008. La Guardia Costera Canadiense dice que está planeando usar tres rompehielos "provisionales" durante los próximos 15 a 20 años, ya que se enfrenta a una flota de buques envejecida. El gobierno está comprando los rompehielos usados a Davie Shipbuilding, con sede en Quebec, por 610 millones de dólares, diciendo que los barcos eran necesarios como un punto de parada hasta que se pudieran construir reemplazos. ©THE CANADIAN PRESS/Jonathan Hayward
Los efectos sobre la naturaleza son inequívocos. Amenazan la biodiversidad de los ecosistemas terrestres y marinos. Más allá de las especies emblemáticas de Canadá, como los osos polares, los caribúes, las belugas y los zorros árticos, que se encuentran en situación bastante precaria, gran parte de la diversidad natural del país está amenazada. Otras criaturas vivientes en riesgo incluyen la ballena franca del Atlántico Norte, la tortuga laúd, la mariposa monarca y el muskoxen.