Este proyecto estuvo en el Parlamento durante 1 000 días y todavía no lo han aprobado. Es un proyecto de ley muy importante porque se propone prohibir o restringir a los niños menores de 12 años, la publicidad y promoción de comidas que son altas en azúcar, sal y grasas saturadas.
– Manuel Arango, Fundación para el corazón de Canadá
Diversas investigaciones en Canadá han demostrado que la publicidad de alimentos y bebidas para niños tiene un impacto en sus preferencias alimentarias.
Pediatras de todo Canadá están pidiendo la aprobación en el Senado de un proyecto de ley diseñado para imponer límites a la comercialización de alimentos y bebidas poco saludables para los niños.
Quebec ya cuenta con esa ley y las estadísticas prueban que los niños y adolescentes están más sanos. Pero el Senado canadiense dejó el proyecto cajoneado.
Conversamos con Manuel Arango es Director de Política, Promoción y Compromiso de la Fundación para el corazón de Canadá
EscucheTeniendo en cuenta que uno de cada tres niños en Canadá tiene sobrepeso u obesidad, y que el 70% no consume el mínimo diario recomendado de frutas y verduras, es una prioridad, en materia de salud pública, protegerlos de los anuncios que promocionan alimentos poco saludables.
A ese efecto, el proyecto S-228 fue presentado en el Senado en 2017 y aprobado por unanimidad por la Cámara de los Comunes en septiembre de 2018. Solo faltaba su ratificación.
La publicidad y sus efectos
Expertos y gente con sentido común saben que 90% de las comidas y bebidas promovidas en la televisión y en internet son comidas no saludables.
Varios estudios han demostrado que este tipo de mercadotecnia tiene un efecto en la elección de alimentos, dietas, solicitudes de compra de comestibles y la salud general en niños y jóvenes.
También sabemos que estas publicidades incluyen las comidas preferidas por la juventud. Y la industria, que invierte más de mil millones al año en este tipo de publicidad, conoce también esos datos.
¿Consecuencias? Los pediatras en Canadá atienden hoy a muchos más niños con sobrepeso y obesos y con enfermedades asociadas con estos problemas, como la diabetes y la enfermedad del hígado graso.
La demora del Senado
¿Por qué el senado dejó pasar la oportunidad de aprobar el proyecto de ley?
Manuel Arango no duda en señalar el papel jugado por el lobby de la industria alimentaria en Canadá.
Es una industria muy grande y vale miles de millones de dólares. Tienen un poder grandísimo en dinero y recursos para influir a los parlamentarios y senadores. Es muy difícil para las organizaciones, pediatras, lo que trabajan en el sector de la salud pública luchar contra estas compañías que cuentan con recursos tan grandes.
La experiencia de Quebec
Una provincia canadiense pasó a la acción en materia de defensa de la salud de los niños y adolescentes, desde hace mucho tiempo dice Arango.
Quebec ha implementado una ley en 1980 que prohíbe la publicidad dirigida a los niños de todos los productos, no solo de las comidas y bebidas. Ha tenido un impacto muy grande. Los niños consumen menos comida chatarra, que en las otras provincias, y también consumen más frutas y vegetales. Y su nivel de obesidad en la juventud es el más bajo en Canadá. Quiere decir que este tipo de regla puede ayudar.
También lo hicieron en Suecia, Noruega, Brasil, Gran Bretaña, Chile, Uruguay, dice el experto.
Es muy desafortunado que en Canadá no podamos implementar esta ley. Tendremos que seguir trabajando para convencer al gobierno.
Contrariamente a la información que circula, el proyecto de ley S-228 no perjudicará a los agricultores canadienses ni a los productores de alimentos.
Por el contrario, el proyecto de ley alentará a los niños y familias canadienses a consumir más productos saludables cultivados y vendidos por los agricultores canadienses.
«Los argumentos de la industria alimentaria no se basan evidentemente en datos científicos. Dice que Canadá perderá trabajos, que los niños tendrán prohibido llevar sándwiches a la escuela. Que no podrán comer pan.
Pero nada de eso es verdad. Son falsos argumentos. Esta ley no prohíbe ninguna comida. Solamente se propone restringir la publicidad a los niños».
El Senado entró en recesión de verano. Habrá que esperar hasta después de las elecciones federales, en octubre, dice Manuel Arango, y ver si el partido que gane tendrá la disponibilidad para introducir esa ley, como proyecto gubernamental.
Esto y mucho más en la entrevista de Radio Canadá Internacional con Manuel Arango es Director de Política, Promoción y Compromiso de la Fundación para el corazón de Canadá.
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