Los mosquitos son considerados una de las criaturas más peligrosas del planeta debido a su capacidad para propagar enfermedades mortales como la malaria, Zika, chikungunya o dengue PHILIPPE HUGUEN / AFP / Getty Images)

Científicos alertan sobre una cepa de malaria multirresistente y peligrosa

Una cepa de malaria resistente a dos medicamentos clave se ha propagado rápidamente desde Camboya y se ha vuelto dominante en Vietnam, Laos y el norte de Tailandia, con una «perspectiva aterradora» de que podría llegar a África, advirtieron científicos esta semana.

Esto adquiere una importancia mayor cuando se toma en cuenta los datos de la de la Organización Mundial de la Salud, que estima que casi 220 millones de personas se infectaron con malaria en 2017, y 400,000 sucumbieron a ella.

Vacuna contra la malaria. eStock

Utilizando la vigilancia genómica para rastrear la propagación de la malaria farmacorresistente, los científicos descubrieron que la cepa, conocida como KEL1 / PLA1, también había evolucionado y adquirido nuevas mutaciones genéticas que podrían hacerla aún más resistente.

«Descubrimos que se había propagado agresivamente, reemplazando a los parásitos locales de la malaria, y que se había convertido en la cepa dominante en Vietnam, Laos y el noreste de Tailandia», dijo Roberto Amato, quien trabajó con un equipo del Instituto Británico Wellcome Sanger y la Universidad de Oxford y la Universidad Mahidol de Tailandia.

Aumenta el riesgo de que la nueva cepa pueda amenazar al África subsahariana, donde ocurren la mayoría de los casos de malaria y muertes, principalmente entre bebés y niños.

«Esta cepa parasitaria resistente es capaz de invadir nuevos territorios y adquirir nuevas propiedades genéticas, lo que aumenta la posibilidad aterradora de que podría extenderse a África … como lo hizo la resistencia a la cloroquina en la década de 1980, contribuyendo a millones de muertes», dijo Olivo Miotto de la Universidad de Oxford, quien co-dirigió el trabajo.

La malaria es una enfermedad producida por protozoos del género Plasmodium, y es la parasitosis más importante que padece el ser humano. El ciclo vital del parásito se completa con la intervención de dos hospedadores, el intermediario, que es el hombre, y el definitivo, que es el mosquito del género Anopheles, el cual transmite la infección mediante picadura. La clínica, en casos graves, se caracteriza por la presencia de esplenomegalia, fiebre, afección cerebral, renal, hematológica e hipoglucemia, entre otros signos y síntomas inespecíficos. 

Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, casi 220 millones de personas se infectaron con malaria en 2017, y 400,000 sucumbieron a ella.

La malaria grave no es común en Canadá. En promedio hay 488 casos de malaria por año en todo el país.

De 2010 a 2014, el número de casos varió de 447 a 516 cada año.

La malaria puede tratarse con medicamentos si se detecta a tiempo, pero la evolución de la resistencia a los medicamentos, como la propagación de la malaria resistente a la cloroquina en Asia y África desde finales de los años cincuenta hasta los ochenta, ha dificultado los esfuerzos para eliminarla.

El estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases, revela la importancia de la vigilancia genómica en curso en las estrategias de salud pública para el control de la malaria. Los esfuerzos globales para eliminar la enfermedad podrían verse amenazados por los retrasos en la detección y en la propagación de las resistencias.

RCI con información de Reuters

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