Peter y Ralph Ninnie, dos hermanos indígenas con el VIH
Photo Credit: RC

El VIH golpea a los aborígenes de Saskatchewan

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca con discriminación. Aunque el número de nuevas infecciones es estable en Canadá, los aborígenes representaron las tres cuartas partes de los nuevos casos diagnosticados en Saskatchewan en 2012. Y la provincia ha visto el número de nuevas infecciones aumentar 10 veces desde 2003 hasta 2010.

Peter Ninnie se enteró de que era VIH positivo a los 22 años. Él cree que contrajo el VIH a fuerza de compartir agujas con su familia cuando él era dependiente de todo tipo de drogas. «Llevé una vida de criminal, se recuerda, yo era simplemente adicto. »

El diagnóstico ha amplificado su malestar; su vida como adicto ha continuado. Él siguió compartiendo jeringas con sus amigos, incluyendo con su hermano Ralph. Él también recibió la mala noticia: es positivo.

Ambos se infectaron en el 2007, cuando los casos estaban aumentando en  Saskatchewan. Cuatro años antes, el virus hizo su entrada en el círculo de los aborígenes adictos.

Compartir jeringas

El Dr. Johnmark Opondo, Director Médico Adjunto de Salud de Saskatchewan, piensa que la proximidad en algunas comunidades es responsable de la propagación del virus. Según él, algunos no temen compartir sus jeringas con sus seres queridos, como si fuera menos peligroso que hacerlo con extranjeros.

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Johnmark Opondo, Director Médico Adjunto de Salud de Saskatchewan © RC

«En estas comunidades, el consumo de drogas se hace en casa y en compañía de otros adultos. » – Johnmark Opondo, Director Médico Adjunto de Salud de Saskatchewan

El resultado, en 2012, tres de cada cuatro personas que contrajeron el VIH eran aborígenes, el triple de la media nacional. En Canadá, el promedio de nuevas infecciones anuales se situó en 5,9 por cada 100.000 habitantes. En Saskatchewan, 16 por 100 000.

Un programa que ofrece resultados

Sin embargo, las estadísticas indican una mejora en la situación, lo que se atribuye al plan provincial de  prevención del VIH desarrollado en 2010 por el Dr. Opondo. Con un presupuesto de $ 2,5 millones por año, permite desplegar a los trabajadores sociales en los medios urbanos pobres, donde se encuentran muchos aborígenes y drogadictos.

Pero ese plan provincial de prevención del VIH acaba de expirar. Los recursos se mantienen en su lugar, pero el Dr. Opondo fue asignado a nuevas funciones. Los trabajadores sociales siguen demandando más recursos, especialmente para la salud mental. Ellos afirman que las estadísticas demuestran la relevancia del plan.

Categorías: Indígenas, Salud
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