El ex primer ministro de Canadá, Jean Chrétien, dijo que apoya la decisión del líder liberal Justin Trudeau de oponerse a la misión canadiense de combate aéreo en Irak.
En una columna publicada este viernes en el periódico de circulación nacional The Globe and Mail, Chrétien considera al despliegue de aviones de combate como una respuesta marginal a la crisis provocada por el grupo armado Estado Islámico.
Chrétien señala que la «mejor contribución que Canadá puede hacer es mediante una participación masiva, y no simbólica, en la asistencia humanitaria», y es por esta razón que él que apoya la posición adoptada por Justin Trudeau.
Chrétien también recordó que en 2003 no había crítico más ruidoso que el entonces líder de la oposición Stephen Harper a su decisión de mantener a Canadá fuera de la guerra de Irak, lanzada por Estados Unidos bajo falsos argumentos.
Una decisión equivocada, como lo fue aquella invasión, dice Chrétien, «puede tener resultados desastrosos cuyas consecuencias durarán por años».
El ex Primer Ministro destacó que el legado del colonialismo en Medio Oriente fue exacerbado por la ofensiva militar occidental contra Irak en 2003 y que el actual crecimiento del grupo armado Estado Islámico es en gran parte consecuencia de aquella guerra.
Desafortunadamente, escribe Chrétien, «Harper no entendía la historia en 2003, como tampoco la entiende en la actualidad.»
Chrétien añadió que aunque las atrocidades cometidas por los fundamentalistas armados del grupo Estado Islámico deben ser detenidas, “los países occidentales deben estar conscientes de la historia de la región a la hora de decidir cómo actuar”.
Chrétien dijo que Canadá debería ofrecer inmediatamente asilo a 50.000 refugiados que huyen del Estado Islámico y entregar 100 millones de dólares al Programa Mundial de Alimentos para ayudar a alimentar a los refugiados que enfrentan un duro invierno.
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