Los funcionarios del Ministerio de Transportes de Canadá llegaron a la conclusión que los descuentos y los incentivos fiscales son la mejor manera de convencer a los canadienses a que compren autos eléctricos como parte de una estrategia global del gobierno de Canadá para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este análisis surge en respuesta a un informe de Movilidad Eléctrica Canadá, un organismo canadiense sin fines de lucro que promueve el uso de los autos eléctricos, que hizo una serie de recomendaciones en marzo para acelerar el despliegue de vehículos eléctricos en todo el país.
Esta organización también recomendó que el gobierno federal asuma el financiamiento de la construcción e instalación de estaciones de carga rápida como parte de una carretera nacional para vehículos eléctricos.
En documentos obtenidos por la agencia Canadian Press gracias a la Ley de acceso a la información, las autoridades canadienses señalaron que es poco probable que los fabricantes de automóviles paguen por la construcción de esas
Estaciones de recarga eléctrica debido a que todavía no son rentables, puesto a que en Canadá fueron vendidos pocos vehículos eléctricos.
Hasta mayo de este año había en las carreteras del país un poco más de 20.000 autos eléctricos, lo que representan menos de un tercio del uno por ciento de todos los vehículos vendidos en Canadá, de acuerdo a un informes de Green Car Report, un sitio dedicado al seguimiento de las novedades en este modo de transporte.
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