Pedro Pérez nació en México, pero a los 15 años se fue con su familia a Estados Unidos, donde vivió casi la mitad de su vida en el Estado de Minnesota. En un momento dado de su vida profesional se fue a hacer una práctica en una organización cafetera en Oaxaca, México. Allí conoció a Rachel Laberge, la que hoy en día es su esposa y socia en Tout Cru! Taller de fermentación.
EscucheElla estaba trabajando en una escuela de español para extranjeros, cuando en una oportunidad en la que paseaban sus perros se cruzaron y como en la 101 Dálmatas, fue amor a primera vista. Y ahora lleva 3 años viviendo en Montreal.
Aquí, la pareja decidió abrir un comercio o más bien, el Taller de Fermentación Tout Cru!. Tout Cru, signfica en español Todo Crudo o simplemente Crudo. Lo cual significa que todos los productos que manejan están transformados de cierta manera, pero nunca se calientan. Y para lograrlo ellos procesan los alimentos mediante el método de la lacto-fermentación.
“La lacto fermentación viene desde hace ya 3.000 años. Desde los chinos, que fueron los primeros que empezaron a desarrollar estas técnicas de transformación. Después de ahí se fue hacia Japón y Europa del este, a países como Ucrania, Rusia. Después a Israel y Alemania. Y después llegó a Estados Unidos. Yo vivía en Estados Unidos y fue allí donde aprendí el arte de la transformación a través de la lacto fermentación. Tout Cru! Es el nombre de la compañía y es porque todos nuestros productos son vivos, sin pasteurización y son crudos”, nos dice Pedro Pérez, copropietario de Tout Cru! En entrevista.
Pablo Gómez Barrios conversó con él
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