Expertos en inmigración dicen que el costo prohibitivo está causando que algunos inmigrantes demoren en convertirse en nuevos canadienses
Un aumento importante de las tarifas impulsó una caída dramática en el número de inmigrantes que solicitan convertirse en ciudadanos canadienses, según los expertos.
En los primeros nueve meses de 2016, se presentaron 56.446 solicitudes de ciudadanía, una disminución de casi el 50 por ciento con respecto al mismo período del año anterior, cuando se presentaron 111.993 solicitudes.
Las cifras figuran en un informe del ex director general de Inmigración y Ciudadanía, Andrew Griffith, preparadas para el Comité de Asuntos Sociales, Ciencia y Tecnología del Senado, que inicia audiencias esta semana sobre el proyecto de ley C-6, una ley para enmendar la Ley de Ciudadanía.
Griffith, un autor en temas de inmigración y miembro del Instituto Canadiense de Asuntos Globales, califica de «alarmante» la tendencia que puede vincularse directamente con un fuerte aumento de las tasas.
La tarifa de procesamiento saltó de $ 100 a $ 530 dólares en 2014-2015, lo que equivale a un triple del precio cuando se agrega el derecho adicional de $ 100 por «derecho de ciudadanía».
«Si usted es un profesional que gana razonablemente bien, puede que no le guste, pero lo paga, es importante para usted», le dijo Griffith a CBC News. «Pero si usted es un inmigrante o un refugiado que lucha para vivir, de repente $ 630 puede llegar a ser prohibitivo, y especialmente si usted está hablando de una familia de cuatro o más».
Los recién llegados se enfrentan a otros costos asociados con el proceso de ciudadanía, incluyendo las pruebas de idiomas, dijo. Griffith recomienda que se reduzca la cuota de tramitación a 300 dólares, aboliendo la cuota de derecho de ciudadanía y considerando una exención para los refugiados y los inmigrantes de bajos ingresos.
Barreras financieras y de otro tipo
El informe de Griffith señala un patrón más amplio de tasas decrecientes de naturalización. Advierte que una parte creciente de la población puede no integrarse plenamente al no convertirse en ciudadanos debido a barreras financieras o de otro tipo y que podría conducir a la marginación.
«Siempre nos hemos enorgullecido de tener un modelo en el que no sólo fomentamos la inmigración, sino que alentamos a los inmigrantes a que se conviertan en ciudadanos para que sean parte de la sociedad, participen en debates políticos, puedan votar y hacer todas las cosas que son parte de ella «,dijo.
El proyecto de ley C-6 se propone revertir las reformas introducidas por el gobierno conservador anterior y tomar medidas para racionalizar y fortalecer la integridad del proceso de ciudadanía. Estas incluyen reducir el tiempo que los residentes permanentes tienen que vivir en Canadá para ser elegibles para la ciudadanía, sumar el tiempo de trabajo o de estudio en los requisitos de residencia y reducir los requisitos de competencia lingüística para los inmigrantes más jóvenes y mayores.
Pero el gobierno no parece estar preparado para revertir el costo de las tarifas de los conservadores.
Bernie Derible, portavoz del ministro de Inmigración Ahmed Hussen, dijo que las tarifas de la ciudadanía en Canadá son «significativamente menores» que las de otros países comparables como los Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. A lo largo de las consultas entre países el verano pasado, hubo poca discusión o preocupación por la cuota, agregó.
Dory Jade, de la Asociación canadiense de consultores profesionales de inmigración dijo que ha escuchado de muchos clientes que están retrasando la solicitud de ciudadanía porque no pueden pagar los honorarios.
Hacer el proceso “accesible y fácil”
«Si queremos traer a los inmigrantes, especialmente bajo un gobierno liberal que cree en el aporte de los inmigrantes como constructores de la nación, hay que hacerlo accesible y fácil”, dijo.
Jade se ha reunido con funcionarios de Inmigración Canadá para proponer una forma de abordar la carga financiera.
Sugirió que el gobierno podría aliviar la barrera de costos mediante la adopción de una fórmula fiscal basada en los ingresos, el desarrollo de un programa de préstamos, o la limitación de la cuota total de una familia.
Stephen Green, un abogado de inmigración con sede en Toronto, dijo que no ha oído hablar de la cuota como un factor significativo en la obtención de la ciudadanía. Dijo que muchos de los clientes de su firma que actualmente no califican bajo la ley existente están esperando ansiosamente que la C-6 se convierta en ley para que puedan solicitar la ciudadanía.
Las audiencias del comité de asuntos sociales del Senado se llevarán a cabo el miércoles y jueves de esta semana, con una serie de testimonios de abogados de inmigración y refugiados y académicos.
CBC/Radio Canadá
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