54/5000 Patrulla de las fuerzas de paz de la ONU en Kidal, Mali 23 de julio de 2015.

54/5000 Patrulla de las fuerzas de paz de la ONU en Kidal, Mali 23 de julio de 2015.
Photo Credit: Adama Diarra / Reuters

Canadá no debe mandar soldados a Mali y la policía de Montreal pisotea el periodismo

En esta revista de viernes a los titulares de la prensa canadiense destacamos dos temas: los retortijones de Canadá para desplegar sus cascos azules en misiones de paz y la indiferencia de la policía de Montreal frente ante la noción básica del periodismo que es la protección de las fuentes.

El periódico en inglés de circulación nacional The Globe and Mail de Toronto dice en un editorial que las plataformas electorales de los partidos políticos no son un buen lugar para formular políticas exteriores.

Desde las elecciones de 2015, el Partido Liberal del primer ministro Justin Trudeau ha estado haciendo malabares para restaurar la imagen de Canadá como un practicante de primera línea en el mantenimiento de la paz.

Lo que los liberales parecen haber descubierto es que, en una era de terrorismo sin actores estatales, el mantener la paz ya no es tan fácil como lo era cuando solo había que supervisar una línea de alto el fuego, en la tradición del primer ministro Lester Pearson.

Los liberales han modificado rápidamente la frase «mantenimiento de la paz», convirtiéndola en «apoyo a las operaciones de paz». Esta noción incluye la posibilidad de enviar tropas canadienses a zonas de conflicto.

Con esta óptica, el gobierno de Trudeau se fijó en Mali debido a que el ejército francés, a la cabeza de MINUSMA, la «misión estabilizadora de la ONU’ en ese país africano, quería soldados de habla francesa para ayudar en la tarea.

Los observadores señalaron inmediatamente que semejante misión necesitaba una estrategia de salida, algo que no existe en el conflicto de Mali, que ya dura casi cuatro años. Ottawa dudó de la idea, negando de paso que estuviera considerando a Malí como el primer lugar de despliegue de los cascos azules canadienses.

El pasado viernes, Ottawa finalmente reconoció que Mali es un candidato para la primera misión canadiense de apoyo a la paz. Eso es progreso, dice el Globe and Mail. Sin embargo, sería aún mejor si el gobierno de Trudeau fuera honesto, admitiendo que ir a Mali es una idea terriblemente mala.

Apoyar la paz implica que hay una paz que necesita ser reforzada. Pero Mali y aquellos países con problemas similares están envueltos en complejas guerras civiles. Los soldados canadienses podrían encontrarse en un terreno para el cual no han sido entrenados, combatiendo contra niños soldados.

Soldados canadienses en Afganistán.
Soldados canadienses en Afganistán.

El escenario sería como el vivido por las tropas canadienses en la guerra de Afganistán, lejos del ideal nostálgico de mantenimiento de la paz del primer ministro Lester Pearson. Esto no es lo que los liberales prometieron en las elecciones, y sería mejor no intentarlo, dice el editorial del Globe and Mail.

Por su lado, un editorial del periódico en francés Le Devoir sigue los trabajos de la Comisión sobre la protección de la confidencialidad de las fuentes periodísticas, llamada Comisión Chamberland que muestra que la Policía de Montreal se encuentra consumida por luchas intestinas de poder.

Esta comisión fue creada el 11 de noviembre de 2016 en respuesta a revelaciones que mostraban que la policía de Montreal había espiado las comunicaciones de siete periodistas canadienses, algunos de ellos periodistas de investigación, con el propósito de dar con las fuentes de las filtraciones a la prensa.

Vehículo de la policía de Montreal.
Vehículo de la policía de Montreal. © Dave St-Amant

Le Devoir destaca el testimonio del ex investigador de asuntos internos, Normand Borduas, que revela una patética cacería de las fuentes de información cuando los policías espiaban el intercambio de correos electrónicos de siete periodistas a fin de descubrir a los autores de las filtraciones.

A la policía de Montreal le importa un pepino la importancia que tiene para el periodismo de investigación la protección de las fuentes de información, dice el editorial del periódico canadiense.

Los policías no estaban al tanto de las decisiones de la Corte Suprema en la materia. Debieron haber sido los superiores inmediatos quienes deberían haber alertado a los investigadores sobre los peligros potenciales de meter las narices en los metadatos de los periodistas.

Una prudencia elemental probablemente habría impedido que se lleve a cabo un ejercicio tan doloroso pero necesario, como es la Comisión Chamberland, dice el periódico canadiense en francés Le Devoir.

Escuche
Categorías: Internacional, Política
Etiquetas: , , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.