Para las millones de personas en el mundo que padecen trastornos de ansiedad y pánico, la vida cotidiana puede ser más complicada de lo que la mayoría de la gente cree. Cualquier acontecimiento puede generar miedo, pensamientos negativos, ataques de pánico y síntomas físicos persistentes.
Una mejor comprensión entonces del funcionamiento de las estructuras cerebrales relacionadas con el miedo en las personas con trastornos de ansiedad podría ayudar a desarrollar tratamientos más eficaces que se dirijan específicamente a las características neurobiológicas de esta enfermedad mental.
Una investigadora del Instituto Universitario de Salud Mental de Montreal (CIUSSS) realizó un estudio en colaboración con colegas del Massachusetts General Hospital y la Escuela de Medicina de Harvard que acaba de ser publicado en JAMA Psychiatry.
El propósito de su investigación fue estudiar la actividad cerebral de personas que sufren trastornos de ansiedad que han sido sometidas a una situación que causa un condicionamiento de miedo seguido de un período de extinción. El objetivo fue examinar si las personas con un trastorno de ansiedad tienen patrones de activaciones cerebrales y características psicofisiológicas diferentes.
La investigación
El ser humano hace frente a la emoción del miedo en una base regular, pero esta regularidad se convierte en problemática para las personas ansiosas.
Por ejemplo, si uno es mordido por un perro, puede desarrollar un miedo hacia este animal, lo que hace referencia al aprendizaje del miedo condicionado. Con el tiempo, si uno está expuesto a diferentes situaciones en las que hay un perro y no hay consecuencias negativas, es muy posible que nuestro cerebro forme nuevo aprendizaje y la seguridad de nuestro miedo a los perros disminuya, lo que se refiere a la extinción.
Marie-France Marin, Investigadora
La ciencia conoce el papel que juegan varias regiones del cerebro implicadas en el aprendizaje del miedo y su extinción.
La investigadora Marie-France Marin y sus colegas del Instituto Universitario de salud mental de Montreal se propusieron precisar este conocimiento y saber si estas personas tenían redes de activaciones cerebrales específicas y diferentes características psicofisiológicas.
El método
21 individuos de control (incluidas 10 mujeres) y 61 personas con trastornos de ansiedad (incluyendo 36 mujeres) participaron en este estudio. Todos fueron evaluados por un médico y completaron cuestionarios para cuantificar sus síntomas de ansiedad.
Los investigadores sometieron entonces a los individuos del grupo de ansiosos y del grupo de control a una situación que causa un miedo condicionado seguido de un período de extinción.
De esta manera los participantes fueron expuestos a un protocolo de condicionamiento del miedo y de extinción en el transcurso del cual se tomaron medidas psicofisiológicas y de neuroimágenes.
Claras diferencias
Los resultados de este estudio publicado en JAMA Psychiatry muestran que:
*Los circuitos del miedo están desregulados en las personas con trastornos de ansiedad;
*La amígdala cerebral juega un papel importante para aprender una asociación de miedo, mientras que una parte de la corteza prefrontal (CPFVM ) desempeña un papel central en el aprendizaje de la extinción del miedo.
En este trabajo, se observó una menor activación de la corteza prefrontal (CPFVM) en los participantes con trastornos de ansiedad durante el recordatorio de la extinción del miedo. Este hipoactividad se asocia con la gravedad de los síntomas de ansiedad que informan las personas así como el número de trastornos de ansiedad coexistentes.
Además, más un individuo es sintomático, menos el área será activa en el momento de recordar la memoria de seguridad.
La hipoactivación de esta misma región también había sido bien documentada en los individuos con trastorno de estrés postraumático.
-Marie-France Marin, Investigadora
«Parece que se trata aquí de una firma que se aplica a varias psicopatologías que se caracterizan por altos niveles de miedo y una mala regulación emocional», dice la investigadora.
Por tanto, se estableció que mayor es el trastorno de ansiedad, ya sea por el número de diagnósticos o por gravedad de los síntomas que el individuo informa, menor es la actividad del CPFVM.
Además, esta misma región se conecta de forma diferente al resto del circuito del miedo en las personas con trastornos de ansiedad en comparación con los demás.
La Dra. Marie-France Marin ha completado recientemente una beca postdoctoral en el Departamento de Massachusetts General Hospital de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard.
RCI/Radio Canadá/ Instituto Universitario de Salud Mental de Montreal
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