Alas de Esperanza

Santa Clotilde en Perú, una relación profunda con Canadá

Antes recogían el agua de la superficie de unos riachuelos, almacenaban el agua en los reservorios y la bombeaban utilizando un  motor a gasolina. Ahora cuentan con tres tanques que funcionan permanentemente y con energía solar.

– André Franche, presidente de Alas de Esperanza

Este 14 de junio pasado se inauguró el sistema de agua potable para las escuelas y el Hospital Santa Clotilde en la localidad del mismo nombre, en la zona del río Napo, en la Amazonía norte del  Perú. Conversamos con André Franche, presidente de Alas de Esperanza.

Escuche

Bruce Edwards, tercero desde la izquierda. Bruce Edwards y su esposa, la Dra. Elisa Mori Torres asistieron a la inauguración del sistema de agua potable en Santa Clotilde, en representación de Alas de Esperanza

La historia de Santa Clotilde ligada a una presencia canadiense

André Franche cuenta una historia probablemente desconocida para la mayoría de los canadienses. Tanto el hospital como las escuelas de Santa Clotilde están relacionados con la presencia de canadienses en el territorio peruano.

El hospital fue fundado hace unos 30 años por dos sacerdotes, un oblato de la provincia canadiense de Saskatchewan, Maurice Schroeder,  y otro de Wisconsin, EEUU, Jack McCarthy.

Y el hospital fue el resultado de un contrato entre el vicariato de San José del Amazonas y el ministerio de salud, que se había comprometido a pagar a todo el personal médico del hospital, explica André Franche, presidente de Alas de Esperanza.

Hoy el hospital funciona con personal peruano, pero siempre cuenta con voluntarios médicos y enfermeras que van temporalmente trabajar allí desde Canadá y EEUU.

Ese hospital da servicios a todos los pueblitos alrededor de Santa Clotilde.

En cuanto a las escuelas, relata André, hubo unas hermanas canadienses, misioneras de Nuestra Señora de los Ángeles de la ciudad de Sherbrooke,  que estuvieron allí unos 50 años y que fundaron unas escuelas primarias  y secundarias. Hoy asumen la continuidad de la educación una comunidad de hermanas mexicanas de Guadalajara.

Y gracias nuevamente a la presencia canadiense, esta vez con de Alas de Esperanza, una organización no gubernamental, Santa Clotilde cuenta ahora con agua segura, señala André.

Alas de esperanza hizo un convenio con Water Mission, un organismo estadounidense, que se responsabilizó de la construcción y puesta en marcha del proyecto.

Un gran desafío obtener el agua potable

Uno de los muchos desafíos encontrados durante la fase de construcción de los tanques de agua era que no había grava disponible localmente en la cuenca del Amazonas. De hecho, todos los materiales utilizados en el proyecto, incluido cemento, ladrillos y tuberías, fueron transportados desde Iquitos. Una vez en Santa Clotilde, ya que no hay acceso directo por carretera al sitio del proyecto, todos los materiales debían ser transportados a mano o en carretas.

La grava fue transportada en lanchas desde Pucallpa, a una distancia de más de 800 km y el resto del material fue traído desde Iquitos, dice André Franche.

Una vez que se recoge el agua, ésta fluye por gravedad a un tanque grande de 5000 litros. La captación y la cisterna se construyeron con una base de hormigón.

Otro de los desafíos a los que tuvo que hacer frente el equipo de Water Mission fue construir el tanque en un área húmeda y fangosa todo el tiempo.

El reservorio de Santa Clotilde. Una bomba sumergible Grundfos está instalada en el tanque. Esta bomba suministra agua a tres tanques separados, uno para el hospital y dos para las escuelas.

Se instaló una bomba sumergible en el tanque. Esta bomba suministra agua a tres tanques separados, uno para el hospital y dos para las escuelas y los albergues. Porque al lado de las escuelas hay albergues para hospedar a los niños de los pueblos vecinos, explica André Franche. También hay un sistema para purificar el agua. Tienen agua segura.

El proyecto utiliza  energía solar

El tanque principal está ubicado en los terrenos de la escuela y está equipado con un sistema de control central.

La bomba eléctrica y todo el sistema funcionan con energía solar. Cada tanque tiene suficiente agua para más de un día. En caso de problema con el sistema de energía solar puede conectarse  al sistema de energía municipal.

Todos los componentes del sistema se pueden reparar localmente en Iquitos.

«Después de la inauguración, fuimos invitados a una presentación especial de los estudiantes. Probablemente fue la parte más impresionante. 1500 estudiantes y profesores estuvieron presentes. Muy emocionante». Bruce Edwards , ex piloto de Alas de la Esperanza.

André Franche regresará a Perú el 2 de agosto, para la inauguración de otros proyectos de Alas de Esperanza.

Esto y más en la conversación con André Franche.

Alas de Esperanza es una organización no gubernamental canadiense con objetivos y proyectos muy claros: llevar agua potable a poblaciones alejadas de los centros urbanos en Perú.

Desde hace más de 45 años, Alas de la Esperanza  apoya en la Amazonía peruana el servicio de transporte aéreo misionero y humanitario.

Y desde el año 2000, la organización financia en su mayoría proyectos relacionados con el acceso al agua potable en Perú. Ella  instala sistemas confiables y permanentes en comunidades muy remotas y marginadas.

Categorías: Internacional, Sociedad
Etiquetas: , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.