Oli Scarff- Getty Images viz CBC

Los cinco arrepentimientos más comunes antes de morir

 “No nos arrepentimos de nuestros fracasos y nuestras humillaciones, sino de nuestros sueños y sentimientos que se desvanecieron”.

-Marie-Ève Cotton, psiquiatra canadiense

Ante la llegada del año nuevo, la médica siquiatra del Instituto Universitario de Salud Mental de Montreal, Marie-Ève Cotton, decidió hablar de un libro que la impactó sobremanera a nivel existencial.

Se trata de entrevistas con personas muy cercanas a la muerte.  Cuando las personas saben que no les queda mucho tiempo y no tienen más que perder, se vuelven totalmente transparentes dijo.

Esta es la historia.

Los cinco arrepentimientos más comunes de las personas moribundas

Haber vivido demasiado en función de los sueños de demás, es el mayor arrepentimiento de las personas moribundas.
The Souls of Millions of Light Years Away es una de las instalaciones más famosas de la sala Infinity Mirror de Yayoi Kusama.. (Evan Mitsui / CBCNews)

Haber vivido demasiado en función de las expectativas de los demás y no según las propias

Este es el arrepentimiento más frecuente y más frustrante para la gente.  Cotton  encuentra dos elementos: la gente lamenta haber intentado demasiado agradar a los demás, de haber tratado de complacer a las expectativas de la  sociedad y de haber hecho demasiado para salvar las apariencias. Hoy, dice,  me preocuparía mucho menos de lo que piensan de mí. Y las personas entrevistadas se preguntaban cómo fue que no comprendieron esto antes, porque hacerlo es muy liberador en términos del espíritu.

El segundo elemento es que la gente se lamenta de no haber seguido su inspiración y no haber realizado sus sueños. Por falta de coraje, por miedo al fracaso, por miedo a desagradar y a hacer el ridículo. Y de haber pensado que tenían mucho tiempo delante de ellos. Eso se paga caro, a nivel existencial, dice Marie-Ève Cotton,  porque aceptar profundamente su muerte antes de que ella llegue es un motor extremadamente poderoso para distinguir lo esencial de lo superficial.

Pero al final de la vida una persona se arrepiente de no haber desafiado el statu quo, la comodidad, explica.

2 Haber trabajado demasiado y no haber pasado más tiempo con mis seres queridos.

Instagram-CBC

Palabras de una persona moribunda: “Yo quería mucho a mi trabajo. Y ciertamente amaba mucho mi posición. Pero ¿para qué me sirve hoy? Dejé de lado a mi esposa e hijos.

Creo que tenía miedo. Mi trabajo me ayudó a definirme, de cierta manera. Hoy, ante la muerte, me doy cuenta que el simple hecho de ser una buena persona es más que suficiente en la vida. No tiene nada de malo amar su trabajo y querer mejorar su vida. Es solo que la necesidad de ser reconocido gracias a nuestros éxitos y bienes acumulados pueden desviarnos de las verdaderas cosas. Como son el tiempo que pasamos con los seres queridos y hacer lo que amamos. Hubiera querido no preocuparme de lo que los otros piensan de mí, como lo siento hoy. Me pregunto por qué hay que estar moribundo para comprender estas cosas”.

3 No tener el coraje de expresar los sentimientos

No son nuestros fracasos, y humillaciones lo que lamentamos, sino nuestros sueños y sentimientos que los dejamos morir (Maaz Khan/Museum of Illusions Toronto)

Las personas se dan cuenta que tuvieron miedo de expresar sus sentimientos, lo que les da la impresión de haber existido solo parcialmente, dice la siquiatra. A veces piensan que la gente no los conoce realmente a causa de eso. Lo que ha llevado a una distancia en su relación y una falta de calor en su vida.

La siquiatra señala que a menudo los moribundos quieren poner las cosas en claro antes de partir y expresan sus sentimientos. Aun cuando son tardíos, les procura una especie de paz y de alivio.

“Retenemos tantas cosas por orgullo, por apatía, por miedo de consecuencias o de humillación. Hace falta coraje para decir lo que sentimos. El orgullo es solo una pérdida de tiempo”.

4 No haber guardado el contacto con sus amigos

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Cuando se está al final de la vida, dice la siquiatra, los amigos nos faltan. Con ellos existe un pasado común. Son testigos importantes de nuestra vida.

5 No haber vivido más en el momento presente.

Lo que la gente describe, explica Marie-Ève Cotton,  es que en su vida han trabajado mucho para lograr objetivos y eso a menudo los llevó a descuidar el momento presente. Es como si se hubieran impuesto un estado donde felicidad fuera sinónimo de resultado, de éxito y que durante el camino hacia el objetivo eran incapaces de permanecer en el momento presente, de sentirse plenamente felices.

Happy Place en Toronto. (Evan Mitsui / CBC)

No sentir agradecimiento por las cosas positivas, por las pequeñas felicidades de la vida mientras la vivíamos.

Es fácil querer siempre más de la vida. Pero como nunca alcanzaremos todo lo que queremos, lo más importante es ser agradecido por lo que tenemos, explica la siquiatra.

Tres elementos que impactaron a la siquiatra canadiense

Primero: la importancia de lo material y de la performance  se atrofia en el transcurso de la vida. Por el contrario, la importancia de las relaciones aumenta. Ella invita a reflexionar sobre eso, sobre el espacio que les damos a nuestras carreras y a nuestras posesiones en la vida.

La importancia de las relaciones aumenta en la vejez en detrimento de las posesiones. Las salas Espejos infinitos de Yayoi Kusama crean un poderoso sentido de comunidad entre quienes participan en ella. (Evan Mitsui / CBC)

Segundo: lamentamos más nuestras omisiones que nuestras acciones. Es decir, lamentamos más lo que no hicimos que lo que hicimos. Por ejemplo, no lamentamos haber escrito un libro sin haber podido publicarlo. Lamentamos no haber tratado de escribir uno. No lamentamos haber creado una empresa que quebró. Sino el no haber tratado nunca de crear una. No lamentamos haberle dicho a alguien que lo queríamos y que nos haya acogido fríamente. Lamentamos no haberlo dicho.

Tercero: hay temas que se repiten constantemente en los arrepentimientos expresados por las personas antes de morir. La autenticidad, el coraje, el tiempo que consagramos a nuestros parientes, y el agradecimiento al momento presente.

Entonces no son nuestros fracasos,  y humillaciones lo que lamentamos, sino nuestros sueños y sentimientos que los dejamos morir, dice la siquiatra. Y el no haberse implicado más en nuestra propia vida.

Y saber eso lo más pronto posible ayuda a tener fuerza y coraje.

Marie-Ève Cotton, doctora psiquiatra del Instituto Universitario de Salud Mental de Montreal, especialista en etnopsiquiatría. Foto: Radio Canadá

La siquiatra quebequense basó su análisis en un libro escrito por  Bronnie Ware, una experta en cuidados paliativos y enfermos terminales. Ella compiló en un libro la lista de los cinco principales arrepentimientos que tiene la gente antes de morir.

La enfermera australiana reunió en su libro «Los Cinco Arrepentimientos de los Moribundos», las confesiones honestas y francas de personas en sus lechos de muerte, lo que hubieran querido hacer o no hacer.

Fueron confesiones, dice ella, que le ayudaron a transformar su vida.

Porque según Bronnie Ware, es realmente triste llegar a la tumba pensando «ojalá lo hubiera hecho…».

Marie-Ève Cotton, psiquiatra canadiense,  fue entrevistada por Stéphane Bureau.

Categorías: Sociedad
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