Una nueva Primera Nación en Canadá
Cada día que pasa, hay más y más Indígenas que se registran como tales en la provincia de Terranova. No a causa de una migración, ni de una impresionante tasa de natalidad. Sino debido a que miles de personas están descubriendo, o declarando por primera vez, que son descendientes Mi’kmaw y que ahora serían elegibles no solo para ser miembros de una Primera Nación creada oficialmente sino también para obtener los beneficios que de ella se derivan. Leonora Chapman con la historia.
Se espera que Terranova, una vez denominada por un famoso irlandés como el lugar más irlandés fuera de Irlanda, y el lugar donde los aborígenes Beothuk fueron esencialmente exterminados, sea la sede más grande de una comunidad de las Primeras Naciones y que pronto podría acoger a más aborígenes auto-identificados que todas las demás provincias del Atlántico canadiense combinadas.
La provincia fue la última en unirse a la Confederación, y debido a que nunca adoptó la Ley sobre las Primeras Naciones, los aborígenes de Terranova y Labrador han estado luchando durante décadas para obtener el reconocimiento del gobierno canadiense. La creación de la Primera Nación Mi’kmaq, Qalipu, el año pasado fue la culminación de esa lucha.
Según la tradición oral Mi’kmaw, los Mi’kmaq han ocupado la isla desde tiempos prehistóricos. Pero no hay documentación histórica para apoyar esta afirmación, y algunos historiadores sostienen que los Mi’kmaq emigraron de otras provincias del Atlántico, en algún momento después de que los europeos ya se hubieran asentado en lo que hoy es Terranova.
Una líder indígena en la costa oeste de Terranova afirma que el futuro de la incipiente Primera Nación Qalipu podría estar en peligro a causa de una avalancha de solicitudes de ingreso a la comunidad.
Liz LaSaga, líder Mikmaq, dice que cuando se llegó a un acuerdo entre Qalipu con el gobierno federal, los funcionarios esperaban encontrarse con alrededor de 11.000 personas que iban a unirse a la comunidad Mi’kmaq.
Agrega que la cifra podría llegar a los 65.000 este mes, ya que se presentaron miles de demandas inesperadas de ascendencia Mi’kmaq.
LaSaga tiene temor de que el gran volumen de solicitudes reducirán los recursos que los funcionarios federales están revisando.
Ella también dice que el gobierno federal revisaará las reivindicaciones de algunas personas.
«Muchos serán objeto de auditoría», declaró a la CBC-radio Canada Liz LaSaga.
«La gente hace esto porque ahora que logramos reivindicar nuestra identidad, que de repente ahora se nota como algo bueno y, en consecuencia, tendremos recursos que la gente quiere aprovechar.»
Los miembros de la comunidad acreditados como tales tienen derecho a recibir prestaciones para la salud, financiamiento para la educación y reducción de impuestos.
Sheilagh O’Leary es consejera municipal en la ciudad de San Juan de Terranova.
«Hay algunos que piensan que esto es sólo una cuestión de dinero, dice Sheilagh O’Leary, quien creció con identidad irlandesa y es hoy miembro de la comunidad Qalipu. «Pero para la mayoría, se trata de recuperar la identidad y entender de dónde vienes».
Sheilagh O’Leary se enteró que su madre era francesa Mi’kmaq hace siete años y ella y sus hijos se convirtieron en miembros de la comunidad Qalipu.
Cuando el gobierno federal anunció en 2007 que la nación Mi’kmaq de Terranova y Labrador sería elegibles para recibir su estatus bajo la Ley Indígena, la Federación Indígena de Terranova tenía unos 7.800 miembros.
La primera elección de las autoridades que dirigirán la comunidad Qalipu se llevará a cabo 23 de octubre.
Deje su comentario