Esta marcha conocida como Nishiyuu, que significa “humano”, inició el 16 de enero pasado en Whapmagoostui en la Bahía Hudson. Al principio, los seis amigos de entre 16 y 20 años, estaban únicamente acompañados de su guía Issac, pero poco a poco la aventura creció.
El mensaje que estos jóvenes llevan a Ottawa es que la nación cree “no se vende” y que los Cree son “verdaderos defensores de su lengua y su cultura ” y que siguen “siendo los embajadores de sus ancestros que respetaban las leyes de la naturaleza y de sus clanes”.
Cabe recordar que en 1975, líderes de la nación Cree firmaron un acuerdo conocido con el nombre de Convención de la Bahía James, en el que autorizaron al gobierno de Quebec a desarrollar proyectos hidroeléctricos y mineros en el norte de la provincia. Es por eso que hoy se defienden de haber vendido sus derechos y sus territorios.
De alguna forma, estos 6 intrépidos jóvenes a quienes ni el invierno pudo frenar, son parte de la nueva generación de indígenas canadienses que están tratando de hacer escuchar sus voces.
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