La ministra federal de salud, Leona Aglukkaq, anunció en diciembre un periodo de consulta para cambiar el programa de acceso actual a la marihuana.
Los pacientes con una receta médica para obtener la planta en sus diversas formas terapéuticas, ya no podrán obtener una licencia para cultivar en casa o contar con la ayuda de un productor designado. El gobierno también pondrá fin a su producción de marihuana para fines médicos.
El nuevo programa pretende abrir el mercado a las empresas privadas, las cuales deberán cumplir con los requisitos establecidos por el ministerio de salud.
El activista David Hutchinson está preocupado por los costos que provocarán tales cambios. Él conoce bien el programa actual ya que su hija de dos años cuenta con una prescripción del Hospital Infantil de Columbia Británica para recibir un tratamiento de marihuana en forma de aceites esenciales extraídos de la planta.
Hutchison dice que los tratamientos cuestan alrededor de $ 200 por mes, pero cree que si los cambios al proyecto de ley entran en vigor, el costo podría elevarse a más de $ 3 000 por mes. A raíz de todo esto, este padre de familia decidió denunciar los altos costos y deplorar los prejuicios contra la marihuana en tratamientos con fines medicinales.
El Gobierno de Canadá quiere que cambios en el programa de acceso a la marihuana con fines médicos entren en vigor antes del 31 de marzo de 2014.
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