Coalición quiere que se aumente salario mínimo en Ontario

En la provincia canadiense de Ontario acaba de lanzarse una campaña para convencer al gobierno, los empresarios y la sociedad de aumentar el salario mínimo. Las organizaciones detrás de la iniciativa consideran que quienes son pagados al mínimo viven con un salario menor al que el mismo gobierno considera como salario de pobreza.

No son pocos los inmigrantes que buscan inmigrar a los países más ricos pensando en mejorar su calidad de vida. Los salarios y los servicios sociales, como salud y educación, hacen parte de las razones que los empujan a dejar sus sociedades. Sin embargo, en Canadá, hay quienes piensan que esa calidad de vida no es para todos y exigen que se aumente el salario mínimo para evitar que mucha gente viva dificultades económicas.

Martín Movilla habló con Adriana Salazar de la campaña para incrementar el salario mínimo en la provincia de Ontario(Campaign to raise the mínimum wage).

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© Jacques Boissinot

En Ontario, en el centro de Canadá, el salario mínimo es de 10 dólares con 25 centavos por hora. Si se calcula que una persona trabaja unas 40 horas a la semana, 8 diarias, de lunes a viernes, se llega a un sueldo de 82 dólares diarios, 410 dólares por semana, 1640 dólares al mes y 21 320 por año. Si se agregan los descuentos de impuestos y de seguridad social, el salario anual se reduce a menos de 20 000 dólares anuales.

La línea de pobreza o de salarios que no permiten obtener lo necesario para comer, pagar vivienda o vestirse es de 22 000 dólares por año. Si tomamos una familia constituida por un papá, una mamá y dos hijos (o una mono parental con tres hijos) podríamos pensar que los dos padres trabajan y que, si tienen salarios mínimos, reciben como sueldo bruto, en conjunto, 42 640 dólares anuales. A esto habría que restarle los impuestos y los pagos de salud y otras ventajas sociales.¿Muchas cifras? Sí pero son necesarias para entender el fenómeno de los salarios mínimos y lo que tratan de cambiar quienes los critican. Por ejemplo: cuando un trabajador compra, salvo en el caso de los productos básicos, paga un impuesto que varía de una provincia a la otra. En Ontario, por ejemplo, si se agrega el impuesto federal y el provincial se paga el 13 por ciento de impuesto sobre el valor total de la factura. 13 dólares por cada 100 o 130 por cada mil.

En otras provincias, como Quebec, se paga el 14,98 por cada compra: 140,98 por cada 1000. Esos impuestos se pagan sobre los vestidos y sobre los productos que no se consideran de primera necesidad a la hora de alimentarse.

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© PC/Graham Hughes

Este tipo de ejercicio financiero es que lleva a que mucha gente considere que un salario de 10,25 por hora obliga a muchos canadienses a vivir en límite de la pobreza y sin mucha calidad de vida real. Porque, además, en el ejercicio no se incluyó el valor de los servicios públicos (teléfono, televisión, electricidad, etc) que también tienen impuestos.

Sin embargo, no son pocos los que defienden el salario mínimo asegurando que el transporte, los servicios básicos, como la salud y la educación, entre otros, son subsidiados y no requieren pagos adicionales. Lo cierto es que no es fácil vivir con el salario mínimo en un país en el que un arriendo para una sola persona, en general, no baja de los 400 o 500 dólares y donde un almuerzo, aún el más barato, no cuesta menos de 8 dólares.
Categorías: Economía, Política, Sociedad
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