El programa llamado Experimental Lakes Area, ELA, será clausurado como parte de los recortes del presupuesto federal. Leonora Chapman con el reportaje.
En el pasado mes de mayo, científicos canadienses dijeron que el gobierno federal pretende dejar de financiar el centro de investigación Experimental Lakes Area, un sitio que abarca a 58 lagos que, desde hace más de 40 años, ha proporcionado hallazgos de vanguardia en multitud de problemas ecológicos, incluyendo el fosfato y la contaminación por mercurio, la lluvia ácida y los efectos acuáticos del cambio climático.

También se les dijo, según algunas fuentes, de no hablar de ello con los medios de comunicación u otros colegas.
El gobierno afirma que la medida permitirá ahorrar 2 millones de dólares al año, y dice que está dispuesto a permitir que otro operador se haga cargo. Sin embargo hasta el día de hoy ningún organismo alternativo se ha presentado para asumir la operación de la instalación.


En tanto que biólogo Norman Yan de la Universidad de York señaló al panel, de acuerdo con el Índice de Desempeño Ambiental 2010 publicado por la Universidad Yale, que Canadá ha caído cerca de 25 posiciones en los últimos cinco años en términos de protección del medio ambiente y que el actual rendimiento está en camino de hacer caer por debajo de otras 25 a 30 naciones en los próximos cinco años.
Canadá se encuentra ahora en el nivel de México y Brasil en términos de eco- protección, y lo está haciendo peor que todas las naciones europeas.
«Nos estamos hundiendo en el medio ambiente». Norman Yan biólogo de la Universidad de Nueva York.

David Schindler fue el director fundador del ELA y actualmente es un feroz crítico del gobierno conservador por su plan para cerrarlo.
Él dice que su cierre no es para ahorrar dinero.
Creo que la verdadera respuesta es que no quieren hacer política utilizando bases científicas. Si usted no sabe nada sobre ciencia, puede diseñar políticas sin ella. Y evidentemente no quiere tener que lidiar con pruebas o informaciones sobre el medio ambiente que causan inconvenientes”. David Schindler
Para tener una idea de lo devastador que sería el cierre de ELA para nuestra salud colectiva, dice el periódico Toronto Star, imagine que su médico le envía a un laboratorio para un análisis de sangre.
Usted descubre que muchos laboratorios médicos están cerrando y que técnicos de laboratorio han sido enviados a otros trabajos, o fueron despedidos y obligados a no discutir del tema.
«Espere un minuto,» dice usted, «esta prueba de sangre podría salvar mi vida! Podría detectar signos tempranos de cáncer, me advierte del colesterol alto o la presión arterial, y quiero saber si mi tiroides está fuera de control».
«Lo siento,» le contesta el médico, «pero estas son las nuevas reglas».
Es por eso que muchos científicos canadienses, que se niegan a aceptar la nueva normativa, han montado una campaña para salvar ELA. Su sitio web, saveela.org / incluye peticiones, eventos y otras oportunidades para ayudar a preservar este sitio único de investigación canadiense.
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