Aunque Washington cuestiona la información oficial pakistaní que señala que los ataques estadounidenses con aviones no tripulados dieron muerte a por lo menos 400 civiles, según una investigación llevada a cabo por la ONU, esos ataques violan la soberanía de Pakistán.
Ben Emmerson, Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y la lucha contra el terrorismo, explicó que la posición del gobierno de Pakistán es muy clara puesto que considera los ataques llevados a cabo con vehículos aéreos no tripulados como una violación de su integridad territorial y soberanía.
La versión de Estados Unidos es que el gobierno de Pakistán dio en secreto su consentimiento para el uso de aviones no tripulados sobre su territorio.
Desde que asumió el cargo en 2009, el presidente estadounidense Barack Obama ha intensificado las operaciones secretas de la CIA de ejecutar ataques aéreos contra supuestos miembros Al Qaeda y militantes talibanes en el área tribal de Pakistán, a lo largo de la frontera con Afganistán.
Estos ataques aéreos han causado una creciente controversia debido al secreto en el que se llevan a cabo y por haber causado un número importantes de muertes entre la población civil, lo cual es negado por Estados Unidos.
Ben Emmerson, Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y la lucha contra el terrorismo, llevó a cabo una visita de investigación de tres días a Pakistán, que terminó este miércoles. La visita se mantuvo en secreto hasta la salida de Emmerson del país.
La investigación de la ONU sobre el número de víctimas civiles causadas por los ataques con vehículos aéreos no tripulados y otros asesinatos selectivos en Pakistán y otros países fue iniciada en enero y se espera que las conclusiones sean dadas a conocer el próximo mes de octubre.
Estados Unidos rara vez discute en público sobre estos ataques aéreos debido a su naturaleza clandestina, pero algunos funcionarios estadounidenses señalaron que estas acciones han causado muy pocas muertes entre la población civil.
Funcionarios paquistaníes critican a menudo y en público estos ataques, a los que consideran como una violación de la soberanía del país, una posición popular en un país donde el sentimiento antiestadounidense es elevado.
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