Responsables del edificio Rana Plaza que se derrumbó ayer en Savar, Bangladesh, provocando la muerte de por lo menos 200 personas, ignoraron una orden de la policía de evacuar el edificio el día anterior al derrumbe.
El edificio, en el que habían 5 fábricas de ropa, de marcas occidentales como Benetton, Walmart, The Children’s Place y Joe Fresh, se derrumbó ayer miércoles mientras que más de 2000 personas se encontraban trabajando.

Según Associated Press, la aparición de grietas en los muros del edificio llamó la atención de la policía industrial de Bangladesh, que ordenó su evacuación.
La Asociación de Fabricantes y Exportadores de Ropa de Bangladesh asegura también que había pedido a los talleres de interrumpir su producción a partir del miércoles por la mañana.
Pero, testigos y trabajadores que sobrevivieron al derrumbe dijeron que los responsables de las fábricas habrían ignorado esta orden y obligaron a los empleados a seguir con sus labores habituales.

Los mismos responsables habrían declarado a un equipo de televisión local -que acudió al lugar después de la aparición de las grietas- que el edificio era seguro. Al día siguiente, la estructura se derrumbó de repente, matando a 200 personas y dejando a otras prisioneras de los escombros.
Los socorristas continúan su trabajo sin descanso
Hoy, los socorristas siguen intentado de encontrar y salvar a sobrevivientes prisioneros de los escombros. Los equipos de socorro del ejército y los bomberos reparten agua, oxígeno, víveres y focos de mano a los que logran localizar mientras que tratan de liberarlos de los escombros. Decenas de personas siguen desaparecidas.

Mohammed Siddiqui Alam Shikder, portavoz de la policía, señaló que por lo menos 600 víctimas fueron asistidas después del derrumbe.
Trabajadores iracundos
Mientras tanto, miles de trabajadores de la industria textil iracundos, manifestaron en las calles de Dacca, la capital de Bangladesh, para denunciar públicamente sus condiciones de trabajo y la forma como son tratados.
Todas las banderas del país fueron puestas a media asta y se declaró día de duelo nacional en homenaje a las víctimas de este accidente, el peor de la industria textil en Bangladesh.

Esta tragedia tuvo repercusiones hasta en Canadá, donde la cadena Loblaws, que comercializa los productos Joe Fresh, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y ofreció su colaboración.
El ministro de Asuntos Internos, Muhiuddin Khan Alamgir, fue hasta el lugar de la tragedia para constatar los daños. Él declaró a los periodistas que el edificio no respetaba las normas de la construcción y que los responsables serían castigados.
El dueño del edificio sería Mohammed Sohel Rana, un cercano del partido en el poder. Este último había aparentemente recibido la autorización de construir un edificio de 5 pisos, pero que habría decidido de agregar ilegalmente otros tres pisos.
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